Independientemente de su tamaño y el lugar donde se encuentren situadas, la inmensa mayoría de las urbes del Planeta presentan un germen común, a partir del cual se ha ido desarrollando la población como tal. Foco urbano por excelencia, núcleo predilecto de la vida social y frecuentemente centro geométrico de la ciudad, la plaza está tan intrínsecamente ligada a ésta que resulta difícil encontrar una localidad que carezca de ella. A pesar de no ser habitual encontrar dos plazas iguales debido a que cada una de ellas ha ido evolucionando con el paso del tiempo de acuerdo con numerosas variables, casi todas comparten el honor de concentrar las construcciones más representativas de la villa, lo que suele llevarlas a ejercer como una suerte de espejo que muestra las virtudes de ésta.

Buena parte de las ciudades de origen griego o romano presentan una plaza edificada sobre lo que anteriormente fue el ágora o el foro, que ejercían el papel de centro de la vida social en aquella época. A más elevada latitud dentro del continente europeo las localidades suelen disponer de un coso situado en el lugar donde se celebraba el mercado semanal, generalmente extramuros en el pasado pero que con el paso del tiempo ha quedado fielmente integrado en el núcleo urbano. En el caso de diversas poblaciones españolas, ante la importancia adquirida por la plaza del mercado se decidió construir en ellas el consistorio local u otros edificios oficiales, lo que les dio mayor relevancia aún, pasando a ser conocidas con la denominación de Plaza Mayor.

En esta entrada os mostramos una selección de esas plazas mayores, todas ellas situadas en poblaciones españolas que en ningún caso superan los diez mil habitantes. Como suele ocurrir en estos casos, es posible que no estén todas las que son, pero no hay duda de que son todas las que están. ¿Echáis alguna de menos entre las mencionadas?

Plaza Mayor (Pedraza, Segovia): Característica plaza asoportalada castellana, la Plaza Mayor de Pedraza no ha variado su diseño en exceso desde tiempos medievales. En ella se sitúan algunos de los edificios más carismáticos de la villa, como el Ayuntamiento de la localidad.

Plaza Mayor (Trujillo, Cáceres): Tradicional plaza de estilo renacentista, presenta forma cuasi rectangular y en su centro se encuentra la famosa estatua ecuestre del héroe local Francisco Pizarro. Entre las edificaciones que la rodean destaca la iglesia de San Martín, cuya edificación comenzó en el siglo XIV y fue por tanto anterior a la plaza misma.

Plaza Mayor (Aínsa, Huesca): Con planta trapezoidal, la Plaza Mayor de Aínsa data de los siglos XII y XIII. En aquella época estuvo dedicada al mercado y ejercía de transición entre el castillo, situado en sus inmediaciones, y el centro de la población, al que daba acceso a través de la iglesia parroquial de Santa María.

Plaza Mayor (Almagro, Ciudad Real): De origen medieval, la Plaza Mayor de Almagro fue considerablemente remodelada en el siglo XVI, cuando adquirió su aspecto actual. Sus galerías acristaladas son únicas en España y en uno de sus laterales se sitúa el Ayuntamiento, cuyo diseño en piedra sillar contrasta fuertemente con el resto de las edificaciones de la plaza.

Plaza Mayor (La Alberca, Salamanca): Típica plaza serrana, la Plaza Mayor de La Alberca muestra una estructura con soportales levantados sobre columnas de granito y madera. Constituye el eje fundamental de la población y destaca por sus balcones de madera y sus casas encaladas. En su centro se sitúa un magnífico crucero, que ejerce un papel protagonista en las celebraciones religiosas de la localidad.

Plaza Mayor (Villanueva de los Infantes, Ciudad Real): Conjunto monumental del siglo XVII, la Plaza Mayor de Villanueva de los Infantes ejerce de centro neurálgico en esta villa manchega. Se encuentran en ella las construcciones más destacadas de la villa, entre las que sobresalen el Ayuntamiento y la espectacular iglesia de San Andrés, donde fue enterrado el mismísimo Francisco de Quevedo.

Plaza Mayor (Sepúlveda, Segovia): Atípica en cierto modo, la Plaza Mayor de Sepúlveda destaca por la presencia de lo que fue la fortaleza de Fernán González, construida hace más de un milenio. Sobre su torre central se halla una espadaña que le fue adosada con posterioridad y bajo la misma puede verse una edificación con un reloj en su fachada que en la actualidad se usa como espacio cultural.

Plaza Mayor (Albarracín, Teruel): Estructurada de manera cuadrangular, la Plaza Mayor de Albarracín está ocupada en buena parte por la Casa Consistorial, construida en el siglo XVI y de característica forma en U. Completan el conjunto genuinos ejemplos de arquitectura popular que aseguran una suave transición hacia el resto de las edificaciones de la localidad.

Plaza Mayor (Medinaceli, Soria): Magnífico ejemplo de plaza castellana, la Plaza Mayor de Medinaceli guarda diversos ejemplos de acusada monumentalidad. Destaca el Palacio Ducal, excepcional obra del siglo XVI que fue construida como sede de la Casa de Medinaceli y en la actualidad alberga un museo. Sin olvidar la antigua Alhóndiga, que ejerció como casa del concejo en la misma época.

Plaza Mayor (Garrovillas de Alconétar, Cáceres): Aunque no demasiado conocida, la Plaza Mayor de la localidad cacereña de Garrovillas de Alconétar es uno de los mejores ejemplos de plaza medieval que pueden verse en España. Contiene diversas muestras de edificaciones asoportaladas, entre las que destaca el palacio de los Condes de Alba y Aliste, hoy día reconvertido en hotel.

Plaza Mayor (Laguardia, Álava): Situada en el centro de esta villa medieval, la Plaza Mayor de Laguardia muestra algunas de las edificaciones más emblemáticas de la localidad. Entre ellas destacan el Ayuntamiento Viejo, del siglo XVI y en cuya fachada destaca el escudo de Carlos V, así como el Ayuntamiento Nuevo, bastante posterior y al que fue añadido un atractivo carillón a finales del siglo XX.

Plaza de Ramón Pelayo (Santillana del Mar, Cantabria): Antiguamente denominada Plaza Mayor o Plaza del Mercado, la Plaza de Ramón Pelayo presenta una forma triangular y está delimitada por algunos de los edificios más característicos de la población. Entre ellos se encuentran la magnífica casa-torre de Don Borja, obra del siglo XV que en la actualidad alberga un museo. Destaca también la soberbia casona de los Barreda, hoy día Parador Nacional.

Plaza del Infante Don Juan Manuel (Alarcón, Cuenca): Centro neurálgico de la pequeña localidad de Alarcón, la Plaza del Infante Don Juan Manuel alberga algunas de las construcciones más interesantes de la villa. Entre ellas hay que mencionar al palacio del Concejo, actual sede del Ayuntamiento local, así como a la iglesia de San Juan Bautista, con modernas aunque interesantes pinturas murales.

Plaza Mayor (Riaza, Segovia): A diferencia de las anteriores, en su mayor parte poligonales, la Plaza Mayor de Riaza presenta una interesante forma elíptica. En su centro estaba situada la picota, lugar donde se exponía a los reos a escarnio público hasta que fueron prohibidos por las Cortes de Cádiz. Sirvió también como coso, de ahí su forma, y la mayoría de las edificaciones que la delimitan fueron construidas en el siglo XVIII.

Plaza Mayor (San Carlos del Valle, Ciudad Real): Diseñada con forma rectangular y galerías de madera soportadas por columnas toscanas, la Plaza Mayor de San Carlos del Valle es un ejemplo excepcional de la arquitectura de colonización del siglo XVIII. En uno de sus laterales se halla la magnífica iglesia del Cristo, excelente muestra del barroco manchego, mientras que en otro está situado el edificio del Ayuntamiento, que destaca por su balcón corrido.

Plaza de Doña Urraca (Covarrubias, Burgos): Dedicada a la memoria de Urraca Fernández, de quien se dice que fue emparedada en la villa por orden de su propio padre, la Plaza de Doña Urraca ofrece algunos de los mejores ejemplos de arquitectura tradicional en Covarrubias. Sus casas tienen, en general tres plantas: la baja, de piedra; el primer piso, con entramado de madera; y el desván, de similar aspecto.

Plaza Mayor (Sigüenza, Guadalajara): Obra del cardenal Mendoza, que la mandó construir en el siglo XVI, la Plaza Mayor de Sigüenza está rodeada por edificaciones de aspecto porticado y cerrada en uno de sus extremos por la imponente catedral de la villa. Frente a ella se encuentra el Ayuntamiento, edificio renacentista coetáneo con la plaza.

Actualización en octubre de 2015

Plaza Mayor (Tembleque, Toledo): Construida en el siglo XVII para ser centro neurálgico de la villa, la Plaza Mayor de Tembleque servía tanto para el mercado como para la celebración de diversos eventos, incluidos los taurinos. A ello se debe que sus corredores de las plantas superiores sean abiertos, de forma que el pueblo tuviera mejor visibilidad del espectáculo. Fue remodelada ya en el siglo XX pero aún mantiene todo su típico aroma manchego.

Actualización en octubre de 2020

Plaza Mayor (Chinchón, Madrid): Uno de los ejemplos más destacados de plaza porticada castellana, la Plaza Mayor de Chinchón también quedó completada en el siglo XVII. De perímetro irregular, sus numerosas balconadas están decoradas con un característico color verde y sus usos desde entonces han sido diversos. Entre ellos servir como escenario de representaciones teatrales, como albero para corridas de toros o como marco para ejecuciones.

Actualización en enero de 2023

Plaza Mayor (Alcaraz, Albacete): Para muchos el mejor ejemplo de plaza renacentista que existe en España, la Plaza Mayor de Alcaraz presenta tres de sus lados compuestos por edificaciones porticadas. En una de sus esquinas se sitúan las torres de la Trinidad y del Tardón, que parecen retarse una a la otra y entre las que discurre la estrecha calle denominada Entretorres.