Erigido sobre un islote cercano a la costa de Sidón, el denominado Castillo del Mar aún muestra parte de su poderío, a pesar de haber sido afectado por los numerosos conflictos vividos en el Líbano. Fue edificado por los cruzados a comienzos del siglo XIII, sobre lo que se cree fue un templo dedicado a una divinidad fenicia, con el fin de proteger a la ciudad de ataques procedentes del Mediterráneo. Consta de dos torres unidas por una muralla. La occidental es de forma rectangular y está mejor preservada que la oriental. La parte superior de esta última fue un añadido que se hizo en época de los mamelucos. El islote sobre el que se sitúa está conectado a tierra firme por un istmo de algo menos de cien metros, posiblemente creado de manera artificial en la época de construcción de la fortaleza.