Compartida entre el estado independiente de Chipre y la denominada República Turca del Norte de Chipre, bajo control de Turquía, más las bases británicas de Akrotiri y Dhekelia, Chipre es la tercera isla más grande del Mediterráneo. Su superficie es de unos nueve mil doscientos cincuenta kilómetros cuadrados y muestra dos cadenas montañosas: Pentadactylos, paralela a la costa septentrional de la isla, y Troodos, que ocupa prácticamente toda la mitad oeste. En esta última se encuentra el Monte Olimpo, que con sus cerca de dos mil metros es la máxima elevación en el territorio chipriota. Chipre ha estado habitada desde la Prehistoria, como se pone de manifiesto en el castro neolítico de Choirokoitia. Diferentes culturas se han desarrollado en la isla desde entonces, entre ellas la micénica, fenicia, helena y hasta la egipcia, pues Tutmosis III la conquistó en el siglo XVI a.C. Entre los vestigios que dejaron destacan los que pueden verse en el lugar denominado Kato Pafos, situado en las inmediaciones de la localidad homónima. El cristianismo fue introducido en la isla por San Pablo y sigue siendo la religión predominante. Históricas iglesias como Agios Nikolaos tis Stegis o Agia Mauri pueden verse en la mencionada cordillera de Troodos y otras, como la iglesia de Agia Paraskevi en Geroskipou, en el resto del territorio. No faltan cenobios ortodoxos como el monasterio de Agios Neofytos o el monasterio de Kykkos, el más venerado por los chipriotas. En Chipre abunda la construcción en piedra seca y hay que mencionar su excelente gastronomía, que sigue los preceptos de la dieta mediterránea y que se pone de manifiesto en lugares como Kakopetria u Omodhos. La isla cuenta con una población aproximada de un millón doscientos mil habitantes, que se dividen entre los novecientos mil que viven en el estado independiente de Chipre y los trescientos mil que lo hacen en la República Turca del Norte de Chipre.