Sin lugar a duda el templo más enigmático de los existentes en Angkor, el denominado Bayon fue construido a finales del siglo XII cómo templo oficial del reino de Jayavarman VII, que lo dedicó a sí mismo y lo situó en el mismo centro de su capital, Angkor Thom. Su principal característica son los más de doscientos rostros gigantescos labrados en sus cerca de cuarenta torres, que muestran diversas expresiones faciales y de los que algunos expertos afirman pertenecerían al propio rey. No hay que olvidar tampoco sus fabulosos bajorrelieves, que muestran eventos tanto históricos cómo de la vida cotidiana de la época.