Con sus más de cincuenta metros de desnivel, Argyle Waterfalls es la cascada más alta y una de las más pintorescas de Tobago. Se trata de una cascada escalonada, es decir, el salto de agua no es único sino que está compuesto por varios tramos, concretamente tres en este caso. A pesar de que su imagen no sea del todo espectacular, su perfecta integración en un entorno boscoso garantiza un considerable atractivo para el visitante. Incrementado además con la posibilidad de darse un refrescante chapuzón en alguna de las pozas que, a modo de piscinas naturales, se forman debido a la acción del agua tras su caída.