Emplazada sobre un peñasco en el interior del departamento francés de los Alpes Marítimos, Saint-Paul-de-Vence es una de las localidades más atractivas de la Riviera francesa. A sus encantos sucumbieron personajes como el pintor Marc Chagall, que allí está enterrado, el músico Bill Wyman, que allí tiene una casa, o el filósofo Bernard Henri-Levy, que allí pasa buena parte de su tiempo. Aparte del encanto de sus floridas plazoletas y sus estrechas callejuelas, destacan sus murallas del siglo XVI, que la convirtieron en una de las primeras villas abaluartadas francesas, así como su iglesia de la Conversión de San Pablo, del siglo XIV y cuyo campanario se ve desde casi cualquier parte del pueblo.