Edinburgh Castle (Edimburgo, Reino Unido)
Sin duda la imagen más representativa de la capital escocesa, los orígenes del castillo de Edimburgo se remontan al siglo XII. Fue residencia real hasta que Escocia se unió a Inglaterra e Irlanda a comienzos del siglo XVII. Domina la ciudad desde su emplazamiento en la roca volcánica denominada Castle Rock, donde se sitúan los orígenes de aquella. A pesar de que su importancia se fue difuminando con el paso del tiempo, en la actualidad sigue siendo todo un símbolo para el nacionalismo escocés y en su interior se guardan celosamente las Joyas de la Corona de Escocia, así como la denominada Piedra del Destino, sobre la que eran coronados sus monarcas en el pasado.