Espacio natural reconvertido en una suerte de parque temático hace un par de décadas, Xel-Há se sitúa en la desembocadura del río homónimo en el Caribe. Justo en ese punto se forma una piscina natural o caleta de gran tamaño donde ocurren una serie de fenómenos característicos debidos a la interacción del agua dulce del primero con el agua salada del segundo. Entre ellos suceden la termoclina, cambio rápido de la temperatura del agua en relación con la profundidad, y la haloclina, similar al anterior pero con un cambio de la salinidad del agua. Igualmente es posible ver como el agua dulce flota sobre la salada, debido a la mayor densidad de ésta. Las condiciones de la caleta atraen a una fauna piscícola diversa, que se acerca a un centenar de especies diferentes. En este espacio existen también curiosas formaciones rocosas producidas por la acción del agua sobre un sustrato calizo así como numerosas zonas de manglares.