Denominado en la lengua local İçəri Şəhər, literalmente ciudad interior, el recinto amurallado de Bakú fue construido en su mayor parte en el siglo XII, aunque este lugar ya estaba habitado desde antaño. Estaba completamente circundado por una poderosa muralla que daban acceso al interior mediante dos puertas, denominadas Salyan y Shemakha. A comienzos del siglo XIX la muralla fue reforzada e incluso ampliada, pero en la segunda mitad de ese siglo una parte de ella fue demolida para que la ciudad fuera extendiéndose extramuros. En la actualidad, el recinto alberga las construcciones más significativas de la capital de Azerbaiyán, entre las que destacan la torre de la Doncella, el palacio de los Shirvanshah, la mezquita del Viernes y el caravanserai Multani. Sobresalen también los atractivos e históricos balcones que muestran numerosas viviendas situadas en el interior del recinto amurallado.