Con más de medio kilómetro de longitud y casi doscientos metros de anchura, la plaza Naqsh-e Jahan es una de las más grandes y atractivas del mundo. Centro neurálgico de la ciudad iraní de Isfahán, fue construida a caballo de los siglos XVI y XVII. A su alrededor se sitúan las construcciones más carismáticas de la era safávida, entre ellas la majestuosa mezquita del Shah en el lado sur. La hermosísima mezquita del Sheikh Luftallah en el lado este. El magnífico palacio Ali Qapu en el lado oeste. Por último, en el lado norte la puerta Qeysarie da acceso a la zona más antigua de la población. El rectángulo central de la plaza está ocupado por magníficos jardines y fuentes, contribuyendo a transmitir una imagen exuberante que retrotrae a los tiempos del reinado del shah Abbas I, quien llevó a Isfahán la capital del reino safávida y a quien debemos la creación de este maravilloso lugar.