Auténtico símbolo de Orense, Las Burgas eran tres manantiales de aguas termales que han acompañado a la ciudad desde sus inicios como campamento romano. Etimológicamente el término parece proceder del latín burca, que significa pila. Tras la desaparición hace años de la del medio, en la actualidad se mantienen la Burga de arriba y la de abajo. Para dar salida a esta última se construyó en el siglo XIX una fuente de tres caños de estilo neoclásico, por la que mana el agua a una temperatura exacta de 67ºC. A su alrededor se diseñó un jardín hace exactamente un siglo, hoy día punto de encuentro para los locales, que se acercan a por agua a la fuente, y los visitantes, que no deben abandonar la villa orensana sin haber al menos mojado sus manos en este icónico manantial.