Ligada desde antiguo al lugar donde, de acuerdo a la tradición cristiana, ocurrió el martirio de los niños Justo y Pastor, la catedral de Alcalá de Henares conmemora tan trágico suceso desde el siglo XV. Al menos desde el siglo V habían existido otros templos en la misma explanada, siendo reemplazados por la versión actual en tiempos del cardenal Cisneros. Arquitectónicamente, el templo muestra una considerable austeridad, respondiendo en su mayor parte al modelo gótico isabelino. La portada se adapta al estilo gótico flamígero mientras que la torre, obra de Gil de Hontañón, tiene porte renacentista y está rematada por un chapitel al más puro estilo herreriano. Ya a finales del siglo XV le fue concedido el título de Magistral, lo que significaba que todos sus canónigos debían ser doctores en teología, siendo uno de los dos únicos templos que poseen esta denominación a nivel mundial.