Cubriendo más de una décima parte del territorio de La Gomera, el Parque Nacional de Garajonay fue declarado como tal en 1981 y ofrece al visitante toda una explosión de verdor. Espacio singular donde los haya, constituye uno de los últimos reductos de laurisilva, bosque lluvioso que durante el Terciario se extendía por la mayor parte de Europa y que hoy día se encuentra prácticamente desaparecido. Una de las zonas donde se encuentra en mayor abundancia es el denominado bosque del Cedro, situado en el noreste del espacio protegido. Allí destacan especies tan emblemáticas como el loro, auténtica reliquia vegetal de aspecto similar al laurel, y el viñátigo, declarado por ley símbolo natural de la isla gomera. En su ámbito se distinguen las siguientes figuras de protección: Monumento Natural Los Roques; Z.E.C. Garajonay; y Z.E.P.A. Garajonay.