Vamos a contar mentiras, tralará
Dicen las malas lenguas que el personal anda revolucionado estos días en la bella isla de Tenerife. Que cunde el nerviosismo entre los participantes. Que la emoción es tan densa que casi se puede cortar con un cuchillo. Que la alegría se palpa en el ambiente, en definitiva. Y es que no todos los días se celebra el T.B.M., importante evento que reúne a lo más granado entre los bloggers de viaje en España. Llegados desde todos los puntos del orbe, durante unos días debatirán en sesudas sesiones sobre temas tan importantes como la monetización de sus páginas, el posicionamiento, que no tiene un matiz sexual, no seáis malpensados, o el lugar donde celebrarán la próxima reunión.
Lacayos con el analgésico preparado para el previsible dolor de espalda. Trepas con todo el material de escalada listo. Genuflexos con el Betadine dispuesto para curar sus maltrechas rodillas. Gurús saliendo del hotel tan solo lo imprescindible para intentar pasar desapercibidos. Buscones a la caza de un autógrafo o, mejor aún, a ver si logran arrimarse a algún influencer que los tenga en sus oraciones y los recomiende de la forma que sea. Blogtriperos en busca de plaza para el siguiente blogtrip a Torremolinos. Selfies acosando a sus ídolos para inmortalizar el momento y demostrar que han estado allí.
En buena armonía y luciendo sonrisas más falsas que un billete de treinta euros, hablarán de asuntos trascendentales relacionados en su mayoría con la metodología viajera y los efectos que conlleva en la generación de beneficios para sus blogs. Líbreme el cielo de interrumpir tan elevadas conversaciones, pero por si alguno se deja llevar por la euforia del momento y baja a temas más mundanos, aquí les recuerdo algunos de los mitos más habituales entre los blogueros de viaje, que no viajeros. Y ya de paso los desmonto, para que no tengan que hacerlo ellos.
Los mejores blogs de viaje son los más leídos: En general, los blogs de viaje más leídos, o dicho más apropiadamente los que más visitas reciben, suelen tener una calidad ínfima. Ello es debido al exceso de publicidad, a la utilización de técnicas de mejora de posicionamiento, que llevan aparejadas una escritura de muy bajo nivel, o a la escasez de contenidos de la mayoría de ellos. La relación entre calidad de contenido y cantidad de lectores suele ser inversamente proporcional en los blogs de viaje.
No se deben contar los países visitados: Todos los blogueros de viaje, sin excepción, sabemos perfectamente el número de países a los que hemos viajado. Pero desde que, hace un tiempo, un gurú muy famoso declaró en una entrevista que le parecía obsceno hacerlo, muchos se cuidan muy mucho de reconocerlo. Tan solo se trata de falsa modestia, tanto del personaje en cuestión como de sus acólitos. O bien de baja autoestima en este ámbito, en algunos casos.
Reto a que identifiquen los viajes a los que he sido invitado y los que no: No se trata de que queden ocultos en tu blog los destinos a los que has viajado por invitación, sino de que salgan a la luz. En caso contrario, puedes estar cometiendo una ilegalidad de acuerdo con el artículo 26 de la Ley 29/2009 sobre publicidad y competencia desleal, que dice textualmente:
«El artículo 26 califica de desleales por engañosas las prácticas comerciales encubiertas, consideradas como aquellas comunicaciones pagadas para promocionar un bien o servicio que se incluyen como información en un medio de comunicación, sin que quede claramente especificado que se trata de un contenido publicitario.»
Deberíamos crear un código ético para los bloggers de viaje: Es muy difícil, casi imposible diría yo, que los blogueros de viaje en España, al menos los que asisten a este tipo de eventos, se pongan de acuerdo en un grupo de normas éticas vinculantes. Por dos razones. Primera, porque la inmensa mayoría no estarían dispuestos a cumplirlas. Segunda, porque resulta muy difícil hablar sobre lo que se desconoce.
Mi blog es muy humilde, pero está hecho con ilusión: Al igual que suele suceder con los escritores, los blogueros suelen tener un ego tan grande que no les cabe en el salón de su casa. Y que en el caso de los influencer puede ocupar un volumen que ya quisiera el Titanic. Casi todos piensan que su blog es el mejor, aunque nunca lo admitirán, por supuesto. La segunda parte tampoco es del todo cierta: la mayoría no mantiene su página porque les ilusione sino por algo mucho más prosaico como la posibilidad de ganar dinero o viajes gratis.
Yo no soy bloguero sino periodista de viajes: De un tiempo a esta parte, el término bloguero, es decir, quien mantiene un blog, ha adquirido un significado casi peyorativo. Quien más, quien menos, se considera mucho más que eso y no duda en autocalificarse de periodista de viajes, aunque no alcance siquiera la categoría de juntaletras. El intrusismo en el ámbito de los viajes en general, y el de los que escriben sobre ellos en particular, crece a pasos agigantados.
Los mochileros son viajeros auténticos: Qué tiempos aquellos en que jóvenes y no tanto se lanzaban a conocer mundo con poco dinero y acompañados tan solo de su mochila. Pero los tiempos cambian que es una barbaridad y ahora los autodenominados mochileros visten ropa de marca y sienten un apego infinito por la tarjeta de crédito, bien suya o de su papá, como afirmaba una de sus mayores representantes. No hace falta decir que su autenticidad está por los suelos.
Voy a hacerme nómada digital: Aunque para niños de papá los que se llaman a sí mismos nómadas digitales. Esto es, los que se mueven por ahí con el portátil y el móvil a cuestas informando sobre su presuntamente aventurera y glamourosa vida. Si se los echara a la cara un nómada de verdad, término que en Occidente tan solo aplica a quienes se desplazan por necesidad y porque no tienen otro remedio, les sacaría los colores de inmediato.
Viajar es invertir en vida: Quienes se atreven a afirmar esto, suelen vivir del viaje y no para el viaje casi sin excepción. Es decir, para ellos viajar es una inversión, sin duda, pero no en los términos que pretenden hacer creer a sus seguidores. En realidad, viajar no es ni mejor ni peor que otra afición cualquiera y tanto invierten en vida quienes viajan como quienes no lo hacen. Situarse en un plano superior no parece una buena idea, especialmente porque quienes lo hacen corren el riesgo de caer desde más arriba.
Lo que pasa es que me tienen envidia: ¿Peeerdooonaaa? ¿Envidia de qué? ¿De una vida que se ha convertido en una continua huida hacia adelante? ¿De tu necesidad perentoria de vivir en un mundo ficticio para conseguir más seguidores en las redes sociales? ¿De la obligación de engañar a tus lectores publicitando productos o destinos en los que no crees ni tú? ¿De verdad crees que tu vida es envidiable? Deja de mirarte al ombligo y luce tu mejor sonrisa, que tienes a otro pesado, como tú los llamas en privado, esperando para hacerse una foto contigo.
Compadre Florencio, pues agarré las claves que vos mostrás y sólo identifiqué dos ¿viste qué pocos? Me avergüenzo de mi poco saber viajero. Parece un rompecabezas: «por sus frases los reconoceréis». Y yo he reconocido al gurú de la navidad (por lo de contar países, que él los cuenta pero no los quiere decir por ser muy pocos) y al del rincón de las telarañas, el «inversor de vida» que antes era vuestro amigo querido. Lo siento, no sé más. A ver si otros lectores identifican a los otros flacos. No veo a ningún argentino, menos mal. Un abrazo desde el otro lado del charco.
No hay argentinos, no. El problema está a este lado del charco, al otro lado los blogueros todavía son puros y no están contaminados. Esperemos que les dure.
Muchas gracias por su comentario, compadre.
No podías estar más acertado en tu artículo, Floren. Hay mucho trepa y mucho paripé en este mundillo. La calidad es algo que se mide por el número de seguidores, no por el tiempo o la dedicación que uno dedica a escribir. Lo de los patrocinios me suena mucho a unos viajes que hace años se pagaban en un sector para que los profesionales apostasen por ellos. Un saludo
Te agradezco tus palabras, pero ésta es una batalla perdida. Hay mucho en juego, demasiados intereses para que un mindundi como yo los ponga en riesgo. Así que no cambiará nada, ya se encargarán los poderes fácticos de que todo siga igual y sus beneficios no se vean afectados. Este mundillo de los blogueros de viaje en España es bastante similar al de la política local, salvando algunas distancias, por supuesto. Nada va a cambiar.
Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.
Jooo y a mi que me gusta decir que soy bloguera!! ??
Cuanta razón Floren y la cosa va a peor con algunos auto-llamados influencers.
Yo lo que no entiendo bien, es que si es directamente proporcional lo mal escritos que están muchos de ellos (no todos) con los seguidores que tienen, por que la gente sigue leyendo sus post. No me cabe en la cabeza, cada vez entiendo menos este mundo.
Un abrazo
Carmen
Pues no se te ocurra decirlo muy alto, porque ahora lo que mola es llamarte a ti mismo periodista de viajes aunque no hayas terminado la escuela primaria. Que los hay, al menos la forma en la que escriben parece confirmarlo.
La gente sigue leyendo los posts de estos individuos como siguen viendo «Sálvame» o «Gran Hermano» en TV. España es un país semianalfabeto y lo que mueve a las masas es fundamentalmente el morbo. Sinceramente, me preocuparía tener una legión de seguidores porque significaría que algo no estoy haciendo bien.
Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.
¡Compadre Florencio, agarré más flacos del acertijo!
Vos decime si es correcto, haceme caso:
1 : Los mejores blogs de viaje son los más leídos : acá me agarrás en bolas, compadre. No lo sé.
2 : No se deben contar los países visitados: acá no tengo duda ¿viste? Uno que dijo tal frase cínica fue el gurú de la navidad ¿lo agarrás? Pero también la dijo el gallego que se hace llamar el Vagamundos y su símbolo es un caracol, un flaco que lo cuenta todo, los días de viaje, las noches de hotel (donde casi siempre le han invitado), los kilómetros, las cervezas que se toma gratis…. ¿cómo no va a contar los países? ¡Claro que sí! Pero como ambos gurús saben que cualquier viajero principiante conoce más países que ellos, pues esos gurús que viajan de gorra, para no perder autoridad no los dicen.
¡ACERTIJO RESUELTO!
3 : Reto a que identifiquen los viajes a los que he sido invitado y los que no: Acá esto me suena a un amigo de vos a quien le gusta mucho un juego japonés, tipo tragaperras, que crea adicción, de nombre algo así como el pichichi, el pacheco, el pachucho, el podenko, el pichingo, el pachanga… o algo así. ¿Lo agarrás, compadre?
4 : Deberíamos crear un código ético para los bloggers de viaje:
Acá yo diría que es una flaca con el pelo muy corto y canoso, con gafas de carey, y no un flaco, una tal comadre llamada María Victoria, que se halla ahorita en Tenerife en el encuentro de los boleros de viaje ¡oh perdón, quise decir blogueros de viaje!
¡ACERTIJO RESUELTO!
5 : Mi blog es muy humilde pero está hecho con ilusión: ¡Jajaja…! esto lo dicen muchos flacos que son nulidades viajeras, es modestia falsa, esa frase tan poco humilde con la que se les ve el plumero, se puede aplicar a todos los de la cofradía de «travel disasters».
6 : Yo no soy bloguero sino periodista de viajes: Acá también creo que se trata de una flaca empedernida, una tal Nani que es está en el ajo de la cofradía de los travel disasters.
¡ACERTIJO RESUELTO!
7 : Los mochileros son viajeros auténticos: ¿Acaso quien dijo esta frase tan fue una flaca, tu amiga la mística de la India, la comadre Antoñita la fantástica? Da más pistas compadre Florencio, os lo aviso, y el que avisa no es traidor.
8 : Voy a hacerme nómada digital: esto acá me suena a la comadre maña, a vuestra amiga inestable, una que viaja por ahí.
9 : Viajar es invertir en vida: acá, sin duda, se trata del pibe del rincón de las telarañas.
¡ACERTIJO RESUELTO!
10 : Lo que pasa es que me tienen envidia: Acá no caigo, compadre Florencio. Se puede aplicar a todos los cofrades de «travel disasters»
¡Qué diver, brother! Ya tenemos 4 sobre 10. Adivinar estos 10 acertijos de vos es mejor que resolver un crucigrama. A ver si otros lectores ayudan a desentrañar los 10 acertijos.
Jajaja, intento hacer algo de luz sobre tan complicado acertijo, compadre.
1. La opinión dominante en España, que no en su Argentina natal, es que los blogs de viaje más leídos son los mejores. Lo dicen todos pero están equivocados. Los mejores blogs de viaje no los lee ni el tato, como decimos acá.
2. Lo agarró usted a la perfección. Tanto el vagamundos como el navideño saben perfectamente los países que han visitado. Pero nunca lo admitirán porque si descuentan aquellos a los que han sido invitados la cuenta les queda raquítica. Poca cosa para tan «grandes viajeros».
3. Aquí se equivoca usted. El compadre que dijo tan desafortunada frase fue un amigo del que usted menciona. Tiene un blog muy aburrido que se llama Guías Viajar o algo así y afirma que gana más de tres mil euros al mes con él. ¿Lo cree usted? Yo no. Pero no importa, lo realmente importante es que no distingue sus destinos publicitarios de los que no lo son y eso es presuntamente ilegal a este lado del charco.
4. Vos sos un lince. La tal flaca es compatriota suya para más señas.
5. Los hay a centenares, compadre. La falsa modestia es una plaga en España y no parece que tenga visos de cambiar. En el fondo, todos los gallegos pensamos que somos los mejores, ¿sabe usted?
6. De éstos hay muchos y la que usted menciona forma parte sin duda. Tan grande «periodista de viajes» situó a la India en África y lo peor es que ninguno de sus millones de lectores se dio cuenta hasta que yo mismo se lo hice saber. Esta anécdota dice mucho del nivel de los lectores de blogs de viajes en España.
7. ¿Se refiere usted a la propietaria de Viajes Maripuri? ¿Una embaucadora flaca que hasta ha conseguido convertir en guía a uno que era viajero de verdad? Si es así, está usted en lo cierto.
8. La comadre maña es una de ellos, pero los hay a cientos. ¿No ha leído usted como esa comadre consiguió colarse sin pagar en Angkor?
9. Ese pibe es un inversor nato y como vendedor de crecepelo tampoco le va mal. Consiguió convencer al personal de que un hotel 5 estrellas en Benidorm era igual que si mismamente estuvieran en el Sudeste Asiático. Hay que reconocerle el mérito como embaucador, que lo tiene y mucho.
10. De éstos no hay cientos, sino miles. En cuanto alguien los pone en evidencia salen con eso de que les tenemos envidia. ¿Envidiar yo a unos desalmados? Ni por asomo, compadre. Prefiero mil veces mi vida honesta, austera y sin engaños. Pueda viajar o no, que eso es lo de menos.
Muchas gracias por su detalladísimo comentario y que le vaya a usted muy bien en las hermanas tierras argentinas.
Hola, me identifico en el 95% de lo que comentas.
Hay mucho «cartón piedra» en ese mundillo de los blogueros de viajes, que no viajeros.
Parece ya como si no tienes un blog de viaje y con tropecientos mil fologüers no eres viajero.
Y lo digo yo que tengo tengo mi blog pero sin una gota de publicidad y que escribo cuando me da por ahí. Eso sí, sin prostituirme
Esto es como el Operación Triunfo de los viajes. Que todo quiere vivir del canturreo y si falla la cosa de los chismes de programas basura. Y no hay para tanto pastel para tantos. En el mundillo ese de blogueros , vivir de los viajes, está muy bien, pero no creo que dé tanto la vaca.
Yo entre tanto, este cincuentón que te comenta seguirá viajando con su vieja mochila, de su salario de ferroviario y con mucha honra. Un saludo y gracias por abrir los ojos
Disculpa la tardanza con la respuesta.
Coincido plenamente con tu comentario. Si no tienes un blog de viajes no eres nadie, lo cual es una ironía porque precisamente los viajeros más auténticos de España, ésos que dedican casi todo su tiempo a viajar, o no tienen blog o no le dedican demasiado tiempo. Creo que hay que distinguir entre quienes viven para el viaje, que son los verdaderos viajeros, y quienes intentan vivir del viaje, que son buena parte de los blogueros. Muchos de ellos con muy poca experiencia en esto de viajar, además.
En mi opinión, todo este mundillo de los blogueros de viaje es una especie de castillo de naipes, que un día se derrumbará y dejará a muchos con el trasero al aire. Pero pocos se dan cuenta, prefieren vivir en una especie de huida hacia adelante que afrontar la realidad. Allá ellos.
Muchas gracias por tu comentario y un saludo.