A pesar de que la Historia es ahora una de mis mayores aficiones, durante mi etapa escolar no era precisamente una de mis materias preferidas. Aun así las civilizaciones antiguas me atrajeron desde siempre, fundamentalmente por el halo de misterio que las envuelve. Incluso en algún momento de mi infancia pensé en hacerme arqueólogo, con la intención de llegar a desentrañar algunos de sus muchos secretos.

No es de extrañar, por consiguiente, que los sitios arqueológicos hayan sido un objetivo principal en mis viajes. He visitado bastantes de ellos, aunque tengo varias espinas clavadas con algunos muy famosos que espero tener todavía tiempo de sacarme algún día. De todas formas, me sentí en condiciones de aceptar el reto de Jordi Martínez Baylach para publicar dieciocho sitios arqueológicos cuya visita consideramos indispensable.

Las condiciones que me he autoimpuesto esta vez pasan por descartar la Prehistoria y limitarme a las grandes civilizaciones que en el Planeta Tierra han sido. También que cada uno de los sitios mencionados estén en un país diferente, para de esta manera ampliar algo el rango de civilizaciones consideradas. Así ha surgido esta lista, que espero os pueda servir para planear algún futuro viaje. ¿Cuáles serían los sitios arqueológicos que consideráis indispensables vosotros?

América Central

Chichén Itzá (México): Sitio arqueológico clave para entender en cierta manera la vida cotidiana de la civilización maya, Chichén Itzá alberga la que seguramente sea la pirámide más simbólica entre las que han llegado hasta nuestros días. Aunque en realidad este lugar es mucho más que eso. Aparte de la pirámide de Kukulkán destacan otras edificaciones como el caracol, cuya funcionalidad no está clara aunque se piensa que pudo ser una especie de observatorio astronómico; el Templo de los Guerreros, el juego de pelota y el denominado cenote sagrado.

Copán (Honduras): De origen igualmente maya, Copán debió ser una de las ciudades más majestuosas en su época de esplendor. Da fe de ello la delicadeza de las formas con las que fueron construidas sus estelas, la grandiosidad de su juego de pelota y, especialmente, la estructura denominada Escalinata de los Jeroglíficos, una especie de biografía en piedra que constituye el conjunto de glifos mayas más grande que se conoce.

Caribe

Tibes (Puerto Rico): Uno de los escasos sitios arqueológicos que se conservan en el Caribe, Tibes da idea al visitante de la vida cotidiana de los indios taínos, primitivos habitantes de la isla boricua. Además de enterramientos y restos de lo que parece ser una plaza, existen en este lugar un total de siete batey, especie de canchas donde se practicaba el batú, versión local del juego de pelota tradicional en las civilizaciones mesoamericanas.

Mediterráneo

Foro Romano (Italia): Resulta difícil escribir algo nuevo respecto a una ciudad sobre la que ya se ha escrito casi todo. Auténtico centro del Universo durante una época, son numerosos los restos que desde entonces han llegado hasta nuestros días. La mayor parte de ellos se concentran en lo que fue el foro, zona central de la población. Pero los vestigios que hay en la ciudad romana dan para mucho más, tan solo hay que llegar hasta allí para apreciar su incomparable magnitud.

Acrópolis de Atenas (Grecia): Si Roma fue la capital del mundo en una época, Atenas lo fue a su vez en la inmediatamente anterior. Y la mejor prueba de ello es la denominada Acrópolis, conjunto de templos situados sobre una colina que dominaba lo que constituía la ciudad antigua de la misma manera que lo hace con la actual. Bajo el encargo de Pericles, la mano maestra de Fidias hizo maravillas creando un conjunto arquitectónico sin igual, lamentablemente expoliado con avidez durante el paso de los siglos.

Kato Pafos (Chipre): A diferencia de los sitios anteriores, sobre Kato Pafos se desconoce casi todo. Especialmente sobre las denominadas Tumbas de los Reyes, conjunto de cavidades excavadas en la roca que al parecer sirvieron como enterramiento a prebostes locales en el siglo IV a.C. Algunas de ellas incluyen columnas dóricas e incluso frescos en sus muros. En el resto de este vasto sitio arqueológico destacan cuatro villas romanas que incluyen mosaicos excelentemente conservados.

Éfeso (Turquía): Una de las doce ciudades jónicas que estaban localizadas a orillas del mar Egeo, parece ser que Éfeso fue fundada ya en el siglo XI a.C. Tras ser asediada por el adinerado Creso, sus habitantes construyeron el famoso templo de Artemisa, el mayor de la antigüedad. Entre los restos que han perdurado destaca la famosa biblioteca de Celso, de origen romano y cuya fachada aún sigue en pie. Resulta también un sitio vital para los cristianos, pues de acuerdo con la tradición aquí residieron personajes tan ilustres como San Pablo y la mismísima Virgen María.

Norte de África

Cartago (Túnez): Habitada desde tiempos fenicios, Cartago adquirió relevancia al convertirse algo más adelante en la capital del poderoso Imperio cartaginés. Llegó a alcanzar cerca de medio millón de habitantes y amenazó seriamente la hegemonía romana en el Mediterráneo, aunque sus dirigentes fueron derrotados en el intento de invadir Roma y finalmente pasó a ser conquistada por sus eternos rivales.

Giza (Egipto): Quizás el sitio arqueológico más renombrado desde la antigüedad debido a las tres masivas pirámides que mandaron allí construir sendos faraones, Giza incluye diversos otros elementos funerarios como mastabas e hipogeos. Es de destacar también la Gran Esfinge, de finalidad desconocida pero cuyos rasgos parece que representan a los del faraón Kefrén. Como curiosidad, algunos aseguran que perdió la nariz de un cañonazo durante la campaña de Napoleón en Egipto, aunque esto parece ser tan solo una leyenda.

Oriente Medio

Baalbek (Líbano): Aunque alcanzó su apogeo durante el Imperio romano, los orígenes de Baalbek están en un asentamiento cananita de la edad del bronce. Más tarde cobró importancia durante la época helenística, cuando la ciudad era llamada Heliópolis o ciudad del sol. La mayoría de las construcciones que perviven son de origen romano y entre ellas destacan el templo de Júpiter, con seis columnas de colosales dimensiones, y el de Baco, todavía en un casi perfecto estado de conservación.

Persépolis (Irán): Capital del imperio persa durante el periodo aqueménida, Persépolis fue construida en el siglo VI a.C. por orden de Darío I el Grande. Su prevalencia continuó bajo el mandato de sus descendientes Jerjes I y Artajerjes I, hasta que en el siglo IV a.C. fue saqueada e incendiada por las tropas de Alejandro Magno. Entre los restos que han llegado hasta nuestros días destacan sus bajorrelieves, que al parecer constituían el medio fundamental de expresión en la arquitectura aqueménida.

Qal’at al-Bahrain (Bahréin): Asentamiento de la civilización dilmun hace unos cinco mil años, el sitio conocido como Qal’at al-Bahrain es un montículo con una serie de estratos que referencian a los diferentes poblamientos humanos habidos en la zona. En su cima se sitúa una fortaleza de aspecto impresionante y en buen estado de conservación, que fue construida por los portugueses durante el siglo XVI.

Transcáucaso

Garni (Armenia): Poblada desde tres milenios antes de nuestra era, la localidad hoy conocida como Garni fue conquistada por el rey de Urartu Argishti I durante el siglo VIII a.C. Más tarde se construyó, a imagen y semejanza del Partenón, un templo que ha llegado hasta la actualidad en un excelente estado de conservación. Destacan también sus termas, que contaban con un sistema de calefacción cuando menos innovador para la época.

Asia Central

Burana (Kirguistán): En el lugar conocido como Burana se hallan los restos de la que fuera antigua ciudad de Balasagun, una prominente población sogdiana en la Ruta de la Seda. Pueden verse aún restos de lo que fue una fortaleza que protegía la ciudad, además de un cementerio y algún mausoleo. Junto a ellos se encuentra la torre del mismo nombre, que debió ser un espectacular minarete en aquellos tiempos del siglo XI.

Sudeste Asiático

Sigiriya (Sri Lanka): A finales del siglo V, el rey Kasyapa mandó construir su palacio en la cima de una roca volcánica que se levanta a casi cuatrocientos metros de altura en el interior de Sri Lanka. Aparte de los restos que aún pueden verse en el lugar, la roca muestra frescos en sus paredes, la llamada Puerta del León en su zona media y lo que fue otro palacio situado en la zona inferior de la misma.

Ayutthaya (Tailandia): Antigua capital del reino de Siam, la ciudad de Ayutthaya fue fundada a mediados del siglo XIV en la confluencia de tres ríos. Poco a poco su población fue creciendo, hasta llegar a alcanzar el millón de habitantes a comienzos del siglo XVIII. Unas décadas más tarde fue destruida durante una invasión birmana y nunca fue reconstruida, constituyéndose una nueva ciudad a unos pocos kilómetros de distancia.

Mỹ Sơn (Vietnam): Conjunto de templos hinduistas construidos entre el siglo IV y el siglo XIV por la civilización champa, Mỹ Sơn está situado en la zona centro de Vietnam. Se trata posiblemente del lugar más antiguo habitado en el Sudeste Asiático del que se tienen evidencias. Lamentablemente sufrió los estragos de la guerra, siendo destruido en parte durante los bombardeos estadounidenses ocurridos en la segunda mitad del siglo XX en el país.

Angkor (Camboya): Centro neurálgico del Imperio khmer, Angkor comenzó a desarrollarse a comienzos del siglo IX durante el reinado de Jayavarman II. Pronto alcanzó la capitalidad del reino y así se mantuvo hasta mediados del siglo XV. Tras un breve nuevo periodo de esplendor fue abandonada definitivamente a finales del siglo XVI, tras una invasión siamesa. Para hacerse una idea de su grandiosidad, bastan con mencionar que en este vasto lugar hay contabilizados un total de novecientos diez monumentos.

Podéis ver los dieciocho sitios elegidos por Jordi aquí.