El valle de la luna
Situado al suroeste del país, a escasos kilómetros de la frontera con Arabia Saudí, Wadi Rum es uno de los lugares más conocidos de Jordania debido a su extraña belleza. Para muchos el desierto más bonito del mundo, se localiza en un valle tal y como puede deducirse de su nombre, que asimismo hace referencia a la considerable altitud en la que se ubica, unos mil seiscientos metros de media. Sin embargo, motivados por el aspecto rojizo que muestra su arena en algunas zonas, los locales prefieren referirse a él como el valle de la luna, adoptando ese tono poético tan característico del pueblo árabe. Y no andan del todo desencaminados, pues este lugar está rodeado de un halo de misterio que hace sentir al visitante como si hubiera llegado hasta allí viajando a través del tiempo y el espacio.
A pesar de aparentar estar desprovisto de vida casi por completo, Wadi Rum ha estado habitado desde tiempos inmemoriales, como lo demuestran diversos petroglifos esparcidos por el valle. Parece ser que incluso los nabateos estuvieron aquí establecidos, pues se han localizado diversos restos que así lo atestiguan, entre ellos las ruinas de un templo. Quizás debido a una progresiva desertización del territorio, que trajo consigo un endurecimiento de las condiciones climáticas, el valle de la luna fue perdiendo poco a poco población, hasta quedar ésta reducida a una serie de tribus beduinas que se desplazaban por su superficie a la búsqueda de los cada vez más escasos pastos para sus rebaños de cabras.
Coincidiendo con la Primera Guerra Mundial, Wadi Rum, hasta entonces prácticamente desconocido para el mundo exterior, alcanzó cierto renombre al convertirse en refugio de las tropas árabes que luchaban para liberar la Península Arábiga de las garras del invasor otomano. Incluso el mismísimo T.E. Lawrence pasó allí algún tiempo, que le sirvió como inspiración para su libro Los siete pilares de la sabiduría, donde hizo algunas referencias a este lugar. En su honor se le dio el nombre de esta novela a una formación rocosa que constituye una de las imágenes más conocidas del valle. También muchas de las escenas que forman parte de la película basada en su vida, Lawrence de Arabia, fueron rodadas aquí. Al igual que lo han sido muchos otros largometrajes, incluyendo uno en que Wadi Rum representaba la superficie de Marte.
Una vez devuelto el control de la Península Arábiga a manos árabes y constituido el estado de Jordania, aquellas tribus beduinas que tomaron partido por su causa otorgando protección a las tropas fueron poco a poco reduciéndose en número y abandonando cada vez más la vida nómada. Cada tribu fue estableciéndose en algún punto concreto del valle, generalmente situado en sus alrededores, excepto una de ellas que lo hizo en el interior formando un poblado que todavía existe y se llama Rum, es decir alto. El tradicional estilo de vida beduino, según el cual las familias se desplazaban libremente por la zona durante todo el año acompañadas por su rebaño de cabras, fue tornándose sedentario. Aunque sin abandonar del todo el pastoreo, éste pasó a ejercerse en lugares menos alejados de la vivienda familiar.
Y así hubiera seguido, probablemente por algunos siglos más, si Wadi Rum no hubiera ganado notoriedad de nuevo, esta vez debido a la llegada de turistas en busca de las atrayentes imágenes que este lugar alberga. Conforme vas acercándote a su entrada diversos negocios te ofrecen la posibilidad de visitarlo en 4×4, dar una vuelta en dromedario, dormir en una jaima, servirte de guía por la zona o incluso vestirte al modo local. Ilusionados con su nueva forma de vida, los beduinos ven el futuro con optimismo mientras un sol de justicia saca destellos rojizos a las rocas del valle, que cambiarán de color más adelante, cuando empiece a caer la tarde. Pocas horas después, bajo esas mismas estrellas que brillan como luceros sobre la ya oscura arena del desierto, la sonrisa de un niño delatará la ilusionante experiencia vivida aquel caluroso día de junio de 2006 en el valle de la luna.
Muy buen relato
Muchas gracias, me alegra que te guste.