Crédito: Israel Government Press Office

Compuesto básicamente por violonchelo, viola y violín, este último instrumento en una o varias unidades, el conjunto de cuerda es una de las manifestaciones más comunes del folklore húngaro. Su origen se remonta a varios siglos atrás, aunque hasta mediados del siglo XX su papel se limitaba a las interpretaciones en festejos populares. Desde entonces su catálogo de representaciones se ha ido ampliando y actualmente los espectáculos en los que participan son numerosos, incluyendo también actuaciones en el extranjero. La alineación más típica es en forma de cuarteto, incluyendo dos violines, una viola y un violonchelo en general. Los músicos suelen tocar de memoria, sin apoyarse en una partitura, y su repertorio puede alcanzar centenares o miles de composiciones. Destaca también su papel social, al servir como vínculo integrador entre los residentes de las comunidades donde se localizan sus miembros.