Creado a mediados del siglo XX, el Parque Nacional del Teide es el más frecuentado de Europa con sus más de cuatro millones de visitantes anuales. Comprende algo menos de doscientos kilómetros cuadrados de superficie en la isla canaria de Tenerife, repartidos entre diversos municipios, aunque la mayor parte de su territorio pertenece a La Orotava. Está establecido alrededor del volcán Teide, que con sus 3.718 metros es la montaña más alta tanto de España como de cualquier isla surgida en el Océano Atlántico. Todo el territorio del parque destaca por su elevado valor geológico, sucediéndose los conos volcánicos, las coladas y diversos roques, cuyo conjunto constituye un paisaje peculiar. Su característica más destacable es, sin embargo, una acusada biodiversidad que lo lleva a albergar numerosos endemismos, tanto vegetales como animales. Habitan en él más de setecientas especies de insectos, la mitad de las cuales son endémicas de Canarias, al igual que sucede con aproximadamente la tercera parte de sus cerca de doscientas especies de plantas superiores. Además de estar declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, en su ámbito se distinguen las siguientes figuras de protección: Monumento Natural Teide; Z.E.C. Parque Nacional del Teide; y Z.E.P.A. Montes y Cumbres de Tenerife.