A buen término
Asimismo denominadas peiró en Cataluña y la Comunidad Valenciana, peirón en Aragón y algunas zonas de Castilla y cruceiro en Galicia, las cruces de término constituían un hito al que tiempo atrás se le aplicaban diferentes finalidades. Generalmente estaban formadas por una grada circular o poligonal con dos o tres escalones, sobre la que se insertaba un fuste que iba rematado por la cruz propiamente dicha. En el anverso de ésta figuraba la imagen de Cristo crucificado, mientras que en el reverso solía aparecer alguna representación de la Virgen o de algún santo localmente venerado. Su funcionalidad era diversa, aunque habitualmente estaba relacionada con la señalización de caminos y la protección de los viandantes que se disponían a seguirlos.
A pesar de no existir demasiados datos al respecto, parece evidente que en el término municipal de Valencia de Alcántara existieron numerosas cruces de término en la Edad Moderna, cuando la población alcanzó cierta relevancia debido a su situación fronteriza. Entre las desaparecidas debido a diversos avatares sobresalía la denominada Cruz de las Monjas, que se encontraba situada frente al convento de Santa Ana. Hay que mencionar también la conocida como Cruz de la Fuente Monroy, ubicada en las cercanías de la fuente homónima. Junto al puente de Abajo se hallaba la llamada Cruz del Puente Abajo y cerca de la entonces ermita, hoy iglesia, de San Antonio, se alzaba la venerada Cruz de San Antonio. Varias otras podían verse señalizando caminos, senderos y veredas a las afueras de la localidad.
Apenas tres elementos de aquel amplio elenco de cruces de término puestas a disposición de los viandantes en la población valenciano-alcantarina han llegado hasta nuestros días. La más destacable desde el punto de vista artístico es la conocida como Cruz de San Francisco, que se encuentra junto a la base del cerro de San Ginés, sobre el que se sitúa la ermita de los Remedios. Debe su nombre al hecho de haber estado situada junto al convento de San Francisco, hasta que fue trasladada a su ubicación actual tras la Guerra Civil. El conjunto consta de tres gradas circulares que soportan un fuste de mármol. La cruz propiamente dicha tiene forma de flor de lis.
No lejos de ese punto se hallan los restos de la popularmente llamada Cruz de la Avelina, que debe su nombre a la propietaria de la vivienda, actualmente en ruinas, situada junto a ella. Anteriormente fue conocida como Cruz de Aruela y se localiza al inicio del camino de Montetrigo, que a mediados del siglo XVII, cuando se cree que fue construida, formaba parte de la Cañada Real Burgalesa. Conserva tres gradas circulares, sobre las que se eleva un fuste de piedra que está rematado por un capitel corintio. La cruz como tal ha desaparecido, desconociéndose cuando se produjo este hecho.
La cruz de término que presenta mejor estado de conservación entre las que permanecen en el municipio de Valencia de Alcántara se encuentra en el cementerio de San Ginés. Debe su buen aspecto al hecho de que tanto el fuste como las gradas fueron restaurados a finales del siglo XX. Datada posiblemente en el siglo XVII, la cruz muestra una imagen sobria, acorde con el entorno en el que se emplaza. Corona un fuste cilíndrico, rematado a su vez por un capitel jónico y que se eleva sobre dos gradas circulares. Su situación en el interior del cementerio municipal resulta una incógnita, aunque sea quien fuere el que la colocó allí probablemente lo hizo para asegurarse de que el último viaje de los residentes en ese lugar llegue a buen término.