Pórticos de Bolonia (Bolonia, Italia)
A lo largo de unos cincuenta kilómetros se prolonga el conjunto de pórticos de Bolonia, algo menos de cuarenta de los cuales se inscriben dentro del casco histórico de la población. Su origen se remonta a la Edad Media, cuando fueron creados a partir de los denominados sporti, balcones de madera mediante los cuales se ampliaba el espacio interior de las casas para dar cabida a más personas. Con el fin de sostener los sporti, término que dio lugar a la palabra soportales, se les añadieron columnas apoyadas en el suelo y así surgieron los pórticos. Tras el éxito obtenido en la época medieval, debido tanto a la posibilidad de alojar más residentes en las viviendas como a la protección que ofrecían frente a las inclemencias del tiempo, su construcción continuó en épocas posteriores, fundamentalmente durante el Renacimiento. El pórtico más antiguo de Bolonia es el de Casa Isolani, datado a mediados del siglo XIII, y el más largo es el famoso Portico di San Luca, que conduce al santuario homónimo a lo largo de seiscientos sesenta y seis arcos y es el más largo del mundo con sus tres kilómetros y medio de recorrido.