Generalmente enfocado a la elaboración de trajes típicos, el bordado de estilo turcomano se basa en el entrelazado de hilos finos de seda que se retuercen hasta formar uno más grueso. Más tarde se perfora la tela mediante una aguja, con la que se van creando una serie de bucles a través de los cuales pasa el hilo, dando consistencia al dibujo. Esta técnica de bordado a la manera tradicional es realizada por mujeres de diferentes edades, cuyos conocimientos se van transmitiendo habitualmente en el entorno familiar. Es frecuente tanto en el medio urbano como en el rural, donde los motivos realizados usualmente identifican la procedencia de sus creadoras. Su resultado se suele poner de manifiesto en la vestimenta empleada en celebraciones importantes, como bodas, funerales o celebraciones festivas, aunque también se contempla en complementos como bufandas y otros accesorios.