Ciudad de Panamá (por Jorge Sánchez)
Panamá fue la primera ciudad construida en la costa pacífica americana, pero fue arrasada por el criminal Morgan, un repugnante pirata inglés que hoy sería considerado un terrorista, perseguido por la comunidad internacional y ahorcado sin piedad al ser capturado.
El casco antiguo del actual emplazamiento de Panamá (a pocos kilómetros del anterior) es merecedor de una visita de, al menos, un par de días. Yo ya conocía esa ciudad, además de Portobelo, de un viaje anterior en el año 1984 (aunque en aquellos tiempos carecía de cámara fotográfica), por lo que esta segunda vez me alojé sólo dos noches en Panamá, en una pensión a apenas dos cuadras (manzanas) de la Catedral Metropolitana.
En esa zona me sentía en un pueblo extremeño o andaluz, y sus gentes eran de lo más afable conmigo cuando les decía que era español. Mientras organizaba mi incursión en las Islas de San Blas y la Jungla del Darién, tuve oportunidad de revisitar los lugares más remarcables e históricos del denominado Casco Antiguo de Panamá, sus iglesias principales y antiguos palacios erigidos por los españoles.
Una visita que no está contemplada por UNESCO en la ciudad de Panamá pero no por eso dejé de realizar, fue el templo Bahai, que durante mi primer viaje aún no estaba construido. Quedaba a unos 10 kilómetros de la ciudad de Panamá. Llegar a él fue fácil y la hospitalidad de sus feligreses fue ejemplar. Pasé toda una mañana allí disfrutando de las bellas vistas de la ciudad de Panamá a lo lejos. Al tercer día me marché en un vehículo todo-terreno, junto a un grupo de indios Kuna, a la costa atlántica para visitar en lanchas las Islas de San Blas.