En contra de lo que suele pensarse, el estado de Puerto Rico no está compuesto por una entidad única sino que lo forman más de ciento cuarenta islas, islotes, cayos y hasta atolones. Su elemento principal es la isla homónima, que con una superficie de ocho mil ochocientos setenta kilómetros cuadrados es la cuarta isla más grande del Caribe. Geográficamente hablando, tiene forma rectangular y su relieve es generalmente montañoso. Algunas zonas, como El Yunque, la Reserva de la Biosfera de Luquillo y la Laguna Grande de Fajardo gozan de una rica biodiversidad, debida en parte a su abundante pluviosidad. Puerto Rico contiene algunas de las playas más hermosas del mundo, entre las que se encuentra Playa La Monserrate, cercana a la población de Luquillo. Colonizada por los españoles desde finales del siglo XV, la isla conserva numerosas huellas de su pasado, especialmente en el denominado Viejo San Juan. Sobresalen el fuerte de San Cristóbal y el fuerte de San Felipe del Morro, además de numerosas muestras de arquitectura colonial como La Fortaleza, la catedral de San Juan Bautista, el Hotel El Convento y algunas otras localizadas en las inmediaciones de la plaza de Armas. Otros puntos de interés en la zona son el Cementerio Santa María Magdalena de Pazzis y la estatua popularmente conocida como La Rogativa. De sus primitivos pobladores han quedado trazas en lugares como Tibes, situado en las afueras de la ciudad de Ponce, cuya imagen más característica es el colorido Parque de Bombas. Los residentes actuales en la isla superan por poco los tres millones y se concentran especialmente en la ciudad de San Juan, integrada por barrios como Condado. Otras ciudades importantes son Bayamón, Carolina, Mayagüez y Arecibo, cerca de la cual se ubica un destacado observatorio astronómico. Entre las tradiciones locales cabe mencionar sus renombradas Fiestas de Navidad.
