15 motivos para viajar a Baviera
Entre los dieciséis estados federados, localmente conocidos como länder, de Alemania, Baviera es el de mayor superficie y el segundo más poblado. También es el más atípico, entendiendo como tal la carencia, o al menos la escasez, de esa personalidad tan cuadriculada que suele caracterizar a los germanos. Ocupa la porción sureste del país y tradicionalmente ha sido considerado por los alemanes como el mejor sitio de su país para vivir, lo cual dice mucho en favor de una región con unas particularidades tan propias como suele ser ésta.
Aunque los bávaros tienen un carácter que el resto de los germanos consideran casi latino, no debería caerse en el error de menospreciar su condición. Los datos suelen ser tozudos y aseguran que es la región de Alemania con menor tasa de paro, casi la mitad que el resto del estado; que su PIB es el mayor con diferencia entre todos los länder germanos; que la mayor parte de las potentes empresas alemanas allí tienen su sede; y, por último, que es el principal destino turístico en el país. Como cabía esperar, de turismo vamos a hablar y veréis que, a la vista de los lugares tan interesantes que pasamos a mostrar a continuación, este último dato no resulta irrelevante en absoluto.
No me atrevería a afirmar que mi experiencia en tierras alemanas resulta tan relevante como me hubiera gustado, pero sí que conozco bastante bien algunas zonas del estado, especialmente en lo que al sur se refiere. Baviera es una de ellas y a continuación intento transmitiros los lugares que más me han llamado la atención en su vasto territorio.
Iglesia de San Lorenzo de Núremberg: Localizada en la región de Franconia, aproximadamente en el centro del estado federal bávaro, Núremberg es una ciudad tan interesante como poco apreciada por el turismo en general. Posee numerosas obras maestras tanto de arquitectura civil como religiosa y entre estas últimas destaca una impresionante muestra de arquitectura gótica. La magnífica iglesia de San Lorenzo fue construida a mediados del siglo XIII y, aunque hubo de ser restaurada tras la Segunda Guerra Mundial, es el mejor ejemplo de templo luterano en la siempre católica Baviera.
Marienplatz: Centro neurálgico de la población muniquesa desde que fue diseñada a mediados del siglo XII, la plaza de María presume de algunas de las mejores obras arquitectónicas de Múnich. Destacan en ella el Ayuntamiento Viejo, la espectacular edificación neogótica del Ayuntamiento Nuevo, la denominada columna de María, construida en el siglo XVII para celebrar el final de la ocupación sueca, y la fuente del Pez, cuya función era mantener fresco el pescado en el pasado.
Iglesia de Wies: Peculiar ejemplo de arquitectura rococó, la iglesia de Wies fue diseñada a mediados del siglo XVIII por los hermanos Zimmerman, con la colaboración de numerosos artistas. El resultado es un templo un tanto extravagante, que estuvo a punto de ser demolido a comienzos del siglo XIX pero que, por suerte, pudo salvarse gracias a la firme oposición de los campesinos de la zona.
Ayuntamiento Viejo de Bamberg: Construido en la segunda mitad del siglo XIV, el Altes Rathaus o Ayuntamiento Viejo de la ciudad de Bamberg muestra una imagen compuesta por una amalgama de estilos, desde el gótico al barroco. Está situado sobre una isla artificial en el río Regnitz, que fue expresamente construida por los ciudadanos locales para albergar esta edificación, en contra de la opinión del príncipe-obispo de la ciudad.
Catedral de Ratisbona: Otro de los ejemplos más representativos de arquitectura gótica en el sur de Alemania se encuentra en la ciudad de Ratisbona. Se trata de la majestuosa catedral de San Pedro, construida en su versión actual a finales del siglo XIII con el fin de reemplazar un templo románico que había sido destruido por el fuego con anterioridad. Destaca su espectacular fachada principal, con dos torres simétricas que superan el centenar de metros de altura.
Neuschwanstein: Mucho más que un simple castillo, Neuschwanstein es un sueño hecho realidad. Obra de la fértil imaginación de Luis II, fue construido en la segunda mitad del siglo XIX y su artífice no pudo verlo terminado pues falleció antes de la conclusión de los trabajos. A destacar también el maravilloso entorno natural que lo rodea, en perfecta armonía con tan romántica edificación.
Dinkelsbühl: Todavía rodeada por la muralla medieval que protegía la población, Dinkelsbühl es una localidad situada al oeste del länder. Fue fortificada a comienzos del siglo XII y mantiene en perfecto estado su casco histórico en la actualidad. Por fortuna, consiguió salir indemne de ambas guerras mundiales y los daños sufridos en ellas se limitaron a una ventana rota en una de las iglesias locales.
Abadía de Steingaden: Fundada a mediados del siglo XII, la abadía de Steingaden estaba dedicada a San Juan Bautista. Sufrió graves daños en diversas contiendas y fue reestructurada en estilo barroco durante la segunda mitad del siglo XVII. Más tarde estuvo a punto de ser destruida durante la secularización de Baviera, pero parte de las edificaciones lograron salvarse y el templo sirve en la actualidad como iglesia parroquial de la población homónima.
Alpsee: Los Alpes Bávaros separan el länder de la vecina Austria y ofrecen paisajes inolvidables. Entre los diversos lagos que pueden verse en la zona, uno de los más bellos es el denominado Alpsee, o lago de los Alpes. Aunque no llega al kilómetro cuadrado de superficie, alcanza una profundidad de sesenta metros y está inmerso en un entorno montañoso y boscoso que asegura espectaculares vistas al visitante.
Residencia de Würzburg: Palacio barroco edificado en el siglo XVIII, la Residencia fue diseñada con el propósito de servir de alojamiento a los obispos de Würzburg. Sus dimensiones son realmente impresionantes, como lo prueba el hecho de contener unas cuatrocientas habitaciones así como la pintura al fresco más grande del mundo, obra del veneciano Tiepolo. Junto a ella se planificó un atractivo jardín de estilo inglés, que servía como relajamiento a sus propietarios.
Füssen: Aunque todos los viajeros pasen de largo puesto que su objetivo suele ser el vecino castillo de Neuschwanstein, la localidad de Füssen merece la pena por sí misma. Su centro histórico ofrece diversas e interesantes muestras arquitectónicas entre las que sobresale el localmente denominado Hohen Schloss o castillo alto. Destaca también la abadía benedictina de Sankt Mang, que guarda el fresco más antiguo de Alemania. Todo ello rodeado de un entorno idílico.
Casa de Durero: Si la ciudad de Núremberg resulta destacable por sus construcciones religiosas, no lo es menos por su arquitectura civil. Una de las más interesantes edificaciones en este aspecto es la denominada casa de Durero, donde residió el genio renacentista junto a su familia en las primeras décadas del siglo XVI. La vivienda consta de cinco pisos y se caracteriza por el entramado de madera que le sirve de soporte.
Hohenschwangau: Residencia de Luis II durante su infancia, el castillo de Hohenschwangau fue construido en la primera mitad del siglo XIX sobre una fortaleza anterior. Tuvo una influencia decisiva en la extraña personalidad que adquirió el joven príncipe, que lo llevó a intentar mejorarlo en el vecino castillo de Neuschwanstein. A pesar de ser bastante más austero que éste, merece la pena visitar su interior, desde donde se disfrutan excelentes vistas del entorno.
Plönlein: La población de Rothenburg ob der Tauber parece por momentos sacada de un cuento de hadas o una película de dibujos animados. Su lugar más emblemático es el denominado Plönlein, plazoleta cuya imagen muestra algunas construcciones de entramado de madera y las torres Kobolzeller y Siebers, que fueron edificadas durante el siglo XIV. Una auténtica imagen de postal.
Hofbräuhaus am Platzl: Un buen motivo para viajar a Baviera es disfrutar el ambiente que se vive en sus cervecerías, experiencia muy recomendable incluso para los no aficionados a esta bebida. La más famosa del länder es la muniquesa Hofbräuhaus am Platzl, que fue inaugurada en el siglo XVI aunque el público en general no fue admitido hasta el siglo XIX. Entre sus clientes más famosos se encuentran Mozart, Lenin y John Kennedy, que seguro captaron la esencia bávara mientras daban buena cuenta de alguna que otra Maß, como son conocidas las famosas jarras de un litro de capacidad. Prosit!!!
Tomo nota. Gracias por el post !!
De nada.
Muchas gracias a ti por leerlo y también por el comentario.
Un lugar hermoso que no podríais haber descrito mejor. Un saludo!
Me alegra que te haya gustado mi descripción.
Muchas gracias por tus palabras y un saludo.