14 estados donde te sentirás Gulliver
Entre los ciento noventa y cinco estados que existen actualmente en el mundo atendiendo a los criterios de Naciones Unidas hay un total de diecisiete que cuentan con menos de quinientos kilómetros cuadrados de superficie. Para hacerse una idea de lo que este tamaño significa, basta con decir que es aproximadamente un quince por ciento inferior al de Ibiza, tan solo la tercera en extensión entre las españolas Islas Baleares.
Alguien dijo que las mejores esencias se guardan en frascos pequeños y creo que estoy bastante de acuerdo con tal afirmación, a pesar de que mi estatura sea muy superior a la media española. Por diferentes razones, he tenido la posibilidad de viajar hasta catorce de estos diecisiete estados y creo poder afirmar sin temor a equivocarme que todos ellos albergan diferentes lugares que hacen muy interesante su visita. Mientras llega el día en que pueda conocer Nauru, Tuvalu e Islas Marshall os dejo con algunas de mis sensaciones sobre estos países tan diminutos, atreviéndome incluso a asegurar que si llegáis hasta ellos no os sentiréis decepcionados.
Y vosotros, ¿qué países con una superficie inferior a quinientos kilómetros cuadrados habéis visitado?
Ciudad del Vaticano: Con menos de medio kilómetro cuadrado de superficie, Ciudad del Vaticano ocupa la primera posición entre los estados más pequeños del mundo. Estructurado en torno a la Plaza de San Pedro, se trata del único país rodeado casi por completo por una ciudad, aunque tiene posesiones en el exterior. Su patrimonio cultural es tan inmenso que prácticamente todo su territorio está declarado Patrimonio Mundial, hecho único e irrepetible con toda seguridad.
Mónaco: La segunda posición en la lista de estados más pequeños la ocupa Mónaco con sus apenas dos kilómetros cuadrados de superficie. Su diminuto territorio cabe en una imagen, como puede apreciarse en la que acompaña a este artículo. A pesar de ello es un país de larga e interesante historia, con diversos lugares de interés que ofrecer al visitante.
San Marino: Las siguientes posiciones en la lista las ocuparían Nauru y Tuvalu, con veintiuno y veintiséis kilómetros cuadrados respectivamente. Tras ellos y en quinta posición se encuentra San Marino, que extiende sus sesenta y un kilómetros cuadrados en la falda y las tres cimas del Monte Titano, coronadas por sendas fortalezas entre las que destaca la de Guaita. Además de su diminuto territorio puede presumir de ser la república más antigua del mundo, pues se ha mantenido como tal desde comienzos del siglo IV.
Liechtenstein: A pesar de que Liechtenstein da un salto cuantitativo en tamaño, pues sus ciento sesenta kilómetros de superficie casi triplican al estado anterior en la lista, es posible cruzar de punta a punta su territorio en apenas un par de horas. Estado alpino por antonomasia, como se pone de manifiesto en el valle localmente denominado Malbuntal, ofrece al visitante unos atractivos paisajes, además de asegurar a sus residentes una estancia más que satisfactoria a la vez que un elevado nivel de vida.
Saint Kitts y Nevis: Estas dos islas hermanas, que como quienes comparten este parentesco suelen tener sus rencillas, constituyen el país más pequeño de América con apenas doscientos sesenta y un kilómetros cuadrados. Debido a ello se sitúan en el octavo lugar entre los estados más pequeños del mundo tras las micronesias Islas Marshall. Además de playas de ensueño y una impresionante fortificación aseguran al viajero un ambiente tranquilo y agradable.
Maldivas: Tras ellas y en la novena posición se sitúa Maldivas, al menos por el momento. Y es que este casi incontable número de islitas dispersas en una amplia zona del Índico al sur del Subcontinente Indio están tan expuestas a la subida del nivel del mar debido al calentamiento global que corren un riesgo cierto de desaparición a medio plazo. Aparte de inolvidables experiencias de buceo ofrecen al viajero una tranquilidad casi absoluta.
Malta: Aunque solo se extiende por trescientos dieciséis kilómetros de superficie, distribuidos en tres islas principales, el estado de Malta presume de una larga e interesante historia de la que quedan numerosas trazas, como por ejemplo las fortificaciones que servían para proteger su capital. Poblado desde tiempos remotos, como lo atestiguan diversos templos megalíticos allí conservados, fue sede de la Orden que le dio nombre y por allí pasó el mismísimo Napoleón entre otros. Tal amalgama de civilizaciones le dio un particular toque de cosmopolitismo que todavía puede apreciarse en la actualidad.
Granada: Apenas trescientos cuarenta y cuatro kilómetros cuadrados, repartidos entre una isla principal y diversas islitas minúsculas, conforman un estado caribeño bastante poco conocido en estas latitudes. Aunque la denominación que le asignó Colón fue Concepción, ésta fue cambiada a la actual con posterioridad debido a las similitudes que los españoles encontraron entre las cimas montañosas de la isla y Sierra Nevada. Una de las islas más genuinamente africanas del Caribe.
San Vicente y las Granadinas: Estado vecino y bastante similar al anterior, San Vicente y las Granadinas posee una extensión total de trescientos ochenta y nueve kilómetros cuadrados. Se distribuyen éstos entre una isla principal, bautizada como San Vicente por Colón, y varios centenares de islitas menores, conocidas como Granadinas por la similitud de algunas de ellas con la isla de Granada. Con un sector turístico poco desarrollado aún, la base de su economía sigue siendo la agricultura, bastante expuesta a las tormentas tropicales de la zona.
Barbados: Quizás el estado que mejor ha sabido conservar la tradición británica en el Caribe, Barbados debe su nombre a las raíces aéreas de esos ficus tan abundantes en la isla, que llevaron a un navegante portugués a denominarla de tal manera. Sus cuatrocientos treinta kilómetros cuadrados de superficie están concentrados en una única isla, de origen coralino y prácticamente plana. Es la isla situada más al este de las Pequeñas Antillas, con lo que está algo alejada de la influencia de las tormentas tropicales tan frecuentes en la zona.
Antigua y Barbuda: Un total de cuatrocientos cuarenta y tres kilómetros cuadrados divididos entre dos islas bastante bien avenidas y el islote deshabitado de Redonda. La mayor de ellas fue llamada Antigua por Colón y destaca por albergar las que probablemente sean las mejores playas del Caribe. Barbuda era antes conocida por Dulcina y es de origen coralino, al igual que su hermana mayor.
Seychelles: Formado por un grupo de unas ciento quince islas, Seychelles es el estado más pequeño de África con cuatrocientos cincuenta y cinco kilómetros cuadrados de superficie. Entre sus numerosos lugares de interés destacan las excepcionales playas de La Digue, el exuberante bosque conocido como Vallée de Mai situado en la isla de Praslin y el atolón de Aldabra, hogar de la endémica tortuga gigante del mismo nombre.
Palaos: Ocupando la decimosexta posición entre los estados más pequeños del mundo se encuentra Palaos, con un total de cuatrocientos cincuenta y nueve kilómetros cuadrados de extensión. La mayor parte de ellos corresponden a Babeldaob, la isla más grande de Micronesia después de Guam. El resto se lo reparten entre unas decenas de islitas más, algunas tan atractivas como las denominadas Islas Chelbacheb. Lugar indispensable para los amantes del buceo, sus fondos son conocidos como el Serengeti del océano debido a la gran cantidad de vida marina que atesoran.
Andorra: Incrustado en la línea divisoria entre España y Francia, los cuatrocientos sesenta y ocho kilómetros cuadrados de Andorra son una sucesión de montañas y valles. Está considerado uno de los puntos clave en Europa para la práctica de deportes de invierno, pero este estado pirenaico es también digno de mención por el numeroso patrimonio artístico que guarda en sus contornos, entre el que destacan valiosas muestras de arte románico como la extraordinaria Iglesia de San Miguel, localizada en la población de Engolasters.
Muy buen post. Yo soy un gran fan de las islas estado del Caribe y siempre recomiendo pasar al menos una semana en ellas y no hacer solo un «llego, beso el suelo y me voy» habitual de los cruceros. De tu lista de arriba he estado en 6. Dejo San Marino y Linchencschenschenstain para excursión de fin de semana cuando el contador de paises lleve demasiado tiempo parado 🙂
Aunque se haya quedado fuera por unos pocos kilometrillos cuadrados de nada (tiene 616) yo recomiendo enormemente la isla caribenha de Santa Lucia
saludos
Santa Lucía es la siguiente en la lista, aunque sus 616 kilómetros cuadrados ya se alejan bastante de los 468 de Andorra, que la precede. Luego van Singapur, Estados Federados de Micronesia, Tonga, Dominica, Bahréin, Kiribati y Santo Tomé y Príncipe, que con 964 kilómetros cuadrados baja también de mil. Son justamente 25 estados con menos de mil kilómetros cuadrados, de los cuales he visitado 20.
Coincido contigo en que sería ideal estar al menos una semana en estos países, aunque para el Vaticano y Mónaco (donde he estado cuatro veces, demasiadas creo) quizás sea excesivo. 🙂
Un abrazo.
Intentare ser mas preciso: yo recomiendo una semana entera en las islas estado caribenhas, que se disfrutan mucho 🙂 En Monaco solo me quedaría una semana con crédito infinito y no reembolsable en el casino junto a algunos de los descartes femeninos del siniestrillo del príncipe Alberto. Y en el Vaticano si me dejan acceso a la biblioteca privada 🙂
Suena bien, tanto lo de Mónaco como lo del Vaticano. Me apunto. 🙂