MunDandy

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Reflexiones

13 clases de bloguero de las que nada espero

Plitvice_09

Si hace unas semanas nos hacíamos eco de la fauna surgida entre los nuevos tipos de viajero, hoy nos adentramos en un nuevo ecosistema, aún más rico y variado si cabe. Hace poco más de diez años nadie había oído hablar del bloguero de viajes. Desde entonces, y debido a comportamientos surgidos a la sombra del despliegue de Internet, numerosos especímenes han proliferado en este ámbito, al desarrollarse en un medio totalmente beneficioso para ellos. En una prueba más de que la estulticia no conoce límites, surgen sin parar demostraciones que van de lo impresentable a lo farandulero, pero que coinciden todas ellas en dejar el anteriormente serio mundillo de los escritores de viajes a la altura del betún.

A estas alturas, pocos dudan de que todo vale en lo referente a los blogueros de viaje. Saltándose cualquier tipo de normas de comportamiento, todo un batiburrillo de ejemplares de diferente tipo y condición medran a la espera de obtener los mayores beneficios posibles. No existen normas ni coherencia de ningún tipo. Cualquiera puede tener un blog, lo cual es en todo modo loable, y comportarse de manera irrespetuosa, lobbista, corporativista y carente de cualquier tipo de ética. Lo cual no lo es, por supuesto. No existe regulación alguna al respecto, así que simplemente se puede ofender, injuriar, despreciar, vituperar o calumniar a cualquiera sin problema alguno.

En un medio hostil como lo es el de los blogueros de viaje, no es de extrañar que triunfen quienes hacen de la agresividad o el corporativismo descarado su condición vital. Todo vale con el fin de conseguir los objetivos propuestos, aunque sea obviando la ética más elemental, ésa que lleva a actuar empáticamente y no querer para los otros lo que no quieres para ti. Más bien al contrario. En este medio se ha desarrollado un sistema de castas y de actitudes perversas que tratan de evitar como sea la hibridación y de proteger en la manera que sea posible sus privilegios, incluso a costa de menospreciar y hundir a quien se ve como enemigo, aunque no lo sea. Conscientes de nuestra condición de intocables, pasamos a describirlas a continuación.

El gurú: Situado en el vértice de la pirámide, el gurú predica a sus fieles desde la altura que le da su púlpito, que no su físico. Tiene numerosos acólitos, que lo miran arrobados y están dispuestos a hacer lo que sea con tal de seguir sus enseñanzas y llevar a cabo sus prédicas. Lástima que, para subsistir, a veces tengan que rebajarse a aceptar trabajos como el de guía, que en los buenos tiempos despreciaban sin ambages en sus webs.

El blogtripero: Definición acuñada a la perfección por la viajera Verónica Corrales, el blogtripero anda siempre a la caza de un blogtrip, viaje pagado y bien atado por el que tiene que rendir cuentas en su página. Durante el evento se dedica a repartir sonrisas al resto de participantes, que se convierten en auténticas puñaladas traperas cuando se trata de conseguir una de las habitualmente escasas plazas disponibles para el siguiente.

El trepa: Habiendo dado una vuelta al mundo más bien cutre, o hecho un viaje de larga duración, el trepa piensa que ya tiene el futuro resuelto. Desde entonces, repite sin parar el mantra de quiero vivir del blog y se dedica a vender sus servicios a cambio de plaza en cualquier evento que haga subir su caché. Lástima que eso de vivir del blog no sea tan fácil como ellos creen y a la mayoría no les quede otra que volver a la peluquería o el taller mecánico.

El feministoide: Este tipo de bloguero suele ser monotema y se dedica a loar las hazañas de las féminas que viajan en solitario, aunque sea a la tienda de estética de la esquina. El día grande lo tienen cuando se celebra la fiesta de la mujer trabajadora. Entonces suelen hacer listas de mujeres blogueras, mujeres viajando en solitario, mujeres viajando con niños y similares. Lástima que, a estas alturas, el hecho de viajar tenga el mismo mérito si se es mujer u hombre. Ninguno en ambos casos, porque viajar nunca fue tan fácil como lo es ahora.

El inspirer: Firme aspirante a gurú, el inspirer está convencido de que inspira el hecho de viajar a quienes leen su blog. Previo paso por caja, por supuesto. Definitivamente, la intención de esta especie más que la de inspirar viajes es la de cobrar por ello, bien sea en dinero o en especie, como ellos mismos no dejan de demostrar día a día vendiendo de manera casi obscena los servicios de quienes publicitan en sus páginas.

El publilisto: Deseoso de conseguir la mayor publicidad posible para su página, el publilisto promociona todo lo que le reporte un rédito económico, sea lo que sea. Botas, gafas, bañadores, copas menstruales, condones y hasta crecepelos, diría yo, forman parte del catálogo de estos vendedores profesionales que, en el fondo, lo único que saben vender bien es humo.

El graciosillo: Especie de repelente niño Vicente, el graciosillo piensa que es el más listo de la clase. Aunque sus limitaciones suelen ser evidentes y no le ve la gracia nadie más que su mamá, se pasa el día haciendo comentarios que él cree irónicos tanto en su web como en las redes sociales. Claro, que generalmente los hace en privado por su pánico a que le rebatan y lo dejen en ridículo.

El influencer: Versión cutrilla del inspirer, el influencer tiene un ego tan enorme que está convencido de que influye en las decisiones de quienes lo leen. En realidad, no es para tanto y la inmensa mayoría de sus lectores tienen criterio suficiente para saber cuáles son las decisiones que deben tomar. Aun así, le hacen preguntas, generalmente del estilo de ¿cuál es la forma más rápida de llegar a la Torre Eiffel desde Albacete? que el influencer no duda en tardar horas en responder.

El canapero: Personaje capaz de vender a su abuela por un canapé, el canapero pasa su vida de evento en evento. Cuando no es un TBM es una quedada, cuando no es un blogtrip es un presstrip, versión mejorada del anterior. Todo sea por pillar algo de comida y de bebida de gorra. A alguno se les nota en su línea, así que, si me admiten una recomendación les diría que se pasen al slow canapering, que me han comentado que es mucho más saludable.

El trilero: Acostumbrado al trile desde su infancia, el trilero usa métodos impresentables con el fin de mejorar su posición en las redes sociales. Compra de seguidores, follow/unfollow, programas que permiten que te sigan cientos o miles de cuentas, peticiones de amistad para conseguir amigos para tu página…todo vale con el fin de pretender demostrar lo exitoso socialmente que eres en tu blog. A-pes-ta.

El adorador del SEO: Para los no iniciados, SEO son las siglas de Search Engine Optimization y consiste en repetir ciertas palabras en las entradas de tu blog, de forma que los buscadores como Google te sitúen en sus primeras posiciones y así poder llegar a un mayor número de gente. El resultado suele ser una escritura plana, aburrida y sin sentimiento, que podrá llegar a mucha gente pero no emociona a nadie y duerme hasta a las mismísimas ovejas.

El saturno: Como el dios Saturno, que devoraba a sus hijos, el saturno hace lo propio con la imagen de sus retoños. Tristemente, en este mundillo de los blogueros de viaje hay demasiados impresentables que abusan de la imagen de sus hijos con fines puramente crematísticos, llegando incluso a someterlos a situaciones de riesgo, como ha ocurrido en algún caso bastante conocido. No soy quién para juzgarlos, ya lo harán sus vástagos en el futuro.

El intocable: Ocupando el lugar más bajo del escalafón, el intocable es ninguneado, despreciado y hasta vituperado por las castas más altas, que se mofan de él y no le dejan expresar ningún tipo de opinión en absoluto. Calificado frecuentemente de envidioso por quienes piensan que aspira a quitarles sus privilegios, suele limitarse a relatar sus viajes en su blog sin pretender obtener ningún tipo de beneficio. Al contrario que del resto, sí que espero algo del intocable. Que siga así, dedicándose tan solo a viajar y a narrar sus experiencias sin esperar nada a cambio.

36 COMENTARIOS

  1. Muy chulo Floren, a algunos especímenes los encajo en varios apartados. Que diferente era el mundo de los viajes hace 10 años…lo recuerdo con añoro cuando la única finalidad era darnos información para viajar y ayudarnos…Dentro de 10 años ¿nos habrá puesto el tiempo en su sitio? Ni me imagino como evolucionara esto. Un abrazo.

    • Dentro de 10 años espero que el tiempo haya puesto a cada uno en su sitio, como muy bien dices, y todo esto esté finiquitado. A ver donde están para entonces todos los representantes de esta fauna. Desde que el vil metal, en efectivo o en especie, hizo su aparición en este mundillo todo se fue al carajo. Y no me quejo, quizás todo haya sido para bien porque más de uno ha tenido que mostrar su verdadera cara.

      Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.

    • Jajajaja definitivamente soy la última. Más que nada porque no me lee ni el tato, así que supongo que seguiré escribiendo por si alguien necesita información algún día. La verdad solo me han invitado a un ‘blogtrip’ (ni siquiera era blogtrip porque no había más bloggers… solo estábamos nosotros) y sigo pensando que se equivocaron o algo XD o puede ser porque viviéramos cerca o que se yo, lo disfrutamos y ya está. Aunque he de reconocer que la única vez que he ido a un evento/feria de viajes unos cuantos canapés si que he comido, soy una gorda, que le vamos a hacer!

      • Marina. Ya somos dos. yo soy de tu grupo. Pero me encanta escribir viajar y sacar fotos. Soy muy nueva en esto, para mi es un hobby y una forma de desconectar…así que te buscaré y te seguiré a ti. Hoy has ganado una lectora mas!

        • Esa es la idea en mi opinión. Hacer esto porque te gusta y sin pretender nada a cambio. Si tan solo se busca un rédito en dinero o en especie se tiende a la superficialidad o el desencanto.

      • Yo debo ser el único blogger de viajes al que nunca han invitado a un mísero blogtrip, aunque no me extraña por mi afición a decir la verdad y crear polémica. Las agencias huyen de mí como de la peste, pero yo me lo he buscado. Por otra parte, no creo que seas una gorda como afirmas. Además he visto a algunas delgadas y delgados ponerse ciegos de canapés en los pocos eventos de este tipo a los que he asistido. Debe ser que si no lo haces no eres nadie. 🙂

    • Creo que he sido un tanto blandengue. En realidad, no es que sean así sino que bastantes son mucho peores. Me alegra que te haya gustado.

      Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.

    • Jajaja, ya solo faltaba ponerles nombre, algo que hice en el siguiente post. Aunque creo que a varios no les gustó demasiado la idea.

      Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.

    • Somos muchos los intocables entre los bloggers de viaje en castellano, cada vez más. Me alegra que te incluyas en el último nivel del escalafón, dice mucho de ti como persona.

      Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.

  2. Buena relación que define perfectamente cuantos tipos de cuentistas de viajes puedes encontrar. Tras leer detenidamente, me doy cuenta que me encuentro en el grupo de los intocables, sobre todo después del post que publiqué hace poco «Blogtrip si. Blogtrip no» y haber ido a uno de esos viajes pagados y a la vuelta haber sido capaz de decir lo que no me había gustado (y por ello haber tenido que ver como me criticaban por dar contar mis sensaciones). Eso entre otras muchas cosas me hacen situarme en el grupo «13», pero la verdad es que creo que cada uno debe hacer con su blog lo que le plazca, porque para eso es suyo: vender, comprar, publicitar o sentar cátedra. Todos tenemos nuestro público, uno más que otros, pero cada uno sabemos el rumbo que queremos seguir y debemos ser fieles a él.
    Un saludo

    • A la vista de tu último post yo no te incluiría en la clase de los intocables, sino en la de los trepas. Eso de autorecomendarte a un gurú calificando de envidiosos a los que, por las razones que sean, nos mantenemos al margen lo demuestra sin lugar a dudas.

      Muchas gracias por tu comentario.

  3. Cómo se está desnaturalizando el mundo viajero. La verdad es que muchas veces me alegro de no tener blog. Un saludo.

    • Y lo triste es que va a peor. O entras en la rueda o estás perdido. Muchas veces me arrepiento de mantener blogs, si lo sigo haciendo es porque me resulta útil como terapia.

      Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.

    • Esos del vídeo pertenecen a otra clase de blogueros no incluida aquí. La de los blogueros spammeros, ésos que lo único que hacen es ir dejando publicidad por cada sitio que pasan.

  4. Muy bueno! Lo único, que nosotros a los canaperos les decimos eventeros. Es lo mismo pero canaperos me gusta más.

    • Eventero está muy bien también. En el fondo da igual, lo triste es como proliferan los canaperos o eventeros en este mundillo de los bloggers de viaje. Ya no importa el fin, que debería ser el viaje en sí, sino el medio, que es la forma de conseguirlo aunque sea deshonrosa.

      Muchas gracias por tu comentario.

  5. Y luego estamos los que simplemente viajamos y lo contamos, sin publicidad y sin que nadie nos pague un duro, esos son los …. (espero el término jajajaja). Además yo al menos cuando lo cuento, al investigar sobre el sitio descubro incluso cosas nuevas que no capte en el momento del viaje.
    Saludos viajeros
    LoBo BoBo

    • Pues sois, o más bien somos, intocables sin lugar a dudas. Por suerte, creo que la mayoría de los blogueros pertenecemos a esta clase, aunque estamos oscurecidos por el resto. Como la vida misma, vamos.

      Muchas gracias por tu comentario.

  6. Hola, algunas de las descripciones son antológicas y para enmarcar, como la del «Saturno» o el «trilero», este último uno de los especímenes que menos soporto. Saludos. Dani

    • Blogueros trileros los hay a cientos, es tan solo un reflejo de la asombrosa falta de honestidad existente en este país a todos los niveles. Yo no lo veré, pero espero que algún día la tendencia cambie y la honradez se imponga. Aunque, a día de hoy, ello parezca surrealista.

      Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.

  7. El mayor problema viene cuando el bloguero (de viajes o de lo que sea) quiere vivir de esto. Supongo que debe ser muy difícil mantener la imparcialidad cuando se está cobrando por realizar un reportaje. Y además, se tiene que ir facturando bastante a menudo para poder pagar las facturas… Y no digo un pase de prensa, una entrada a un museo o incluso que te inviten a alguna excursión en un destino (que esto son pecados menores), al igual que poner banners o aplicar algo de SEO para intentar llegar a más gente (al fin y al cabo, cuando publicamos en grupos de face también intentamos lo mismo). Me refiero a hacer 7 posts sobre un destino al que, no solo no te han invitado, si no que les están haciendo un trabajo remunerado. Pues eso, que si es un trabajo se pierde la imparcialidad. Al igual que cuando Messi o CR7 anuncian un coche explicando que es el mejor coche del mundo.
    Tampoco acudir a algún sarao me parece mal (yo acudo a poquísimos, porque mi trabajo y el tiempo que quiero pasar con la familia me lo impiden). Pero, en general, la gente que me he encontrado ha sido amable conmigo (ni idea si por detrás me la han clavado). No he ido nunca a grandes eventos como Fitur o TBM, pero no me importaría.
    Respecto a los BT yo no estoy en contra (aunque a los que me han ofrecido o no me han apetecido o no me ha ido bien por tiempo). Pero claro, basar el 50% o más de tu blog en experiencias blogtrip, pues a mi, como lector, me interesa bien poco, Pero vamos, que respeto al blogger que lo quiera así.
    Los influencers y semejantes….pues bueno, solo comentar que lo más curioso es que suelen autodenominarse así y que casi todos han pasado por un curioso proceso donde de la noche a la mañana ganaron miles de seguidores en sus RRSS. Cuanto menos curioso. No todos, supongo.
    En fin, que supongo que el mundo blogger no deja de ser un reflejo de la vida real.

    • Lo triste es precisamente lo último que comentas. Efectivamente, el mundo blogger es tan solo un reflejo de la vida real y por eso me asquea. Me dan asco la competitividad, los engaños, el egoísmo, la elevada autoestima, el amiguismo, el genuflexismo, las puñaladas traperas, el pretender pasar como sea por encima de tus iguales…podría seguir pero precisamente hoy no me siento especialmente motivado para ello.

      Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.

  8. Pues yo me encuentro en el grupo de los intocables por lo que leo, pero respeto al resto de bloggers de viajes, cada uno lo vive y lo hace como le apetece y como puede. Seguramente su blog irá acorde con su personalidad. Yo, por poner un ejemplo, si inauguran un bar en mi barrio y hay canapés y la primera ronda gratis (por decir algo), soy de las que se pasa de largo, pero todo va relacionado con cómo es cada uno.
    Un saludo
    Carmen

    • Si te ves en el grupo de los intocables, te felicito. Como he comentado anteriormente, por suerte somos mayoría aunque lamentablemente el resto son los que más ruido hacen y los que se llevan todos los beneficios.

      Muchas gracias por tu comentario.

  9. Pues esta vez me ha tocado a mí también estar en estas perfectas definiciones y puede que pertenecezca a los adoradores del Seo… que somos muchos y más de uno intenta disimularlo .
    Sabes los adoradores del Seo vamos por libre también en Internet no nos juntamos con supuestos viajeros que son nada más que turistillas para hacernos autobombo y lo más fácil para ayudar a otros es que lleguen vía Google.

    Adorar al Seo no es un problema ético pues no mientes y en mi caso la experiencia es 100% real nunca asistí ni asistire a blogs trips …mi tiempo es demasiado caro para cualquier destino de este planeta y mi ética muy grande para venderme por dos duros.

    Seo y monetización … si pero totalmente éticos y pocos podemos decirlo.

    • Pues sí, Any. Nunca he dudado de tu ética, como ya demostraste de sobra con el tipejo aquel impresentable de Los Viajeros. Aunque también hay adoradores del SEO poco éticos, por decirlo de manera suave. Por ejemplo, muchos de los que componen un grupito de bloggers que se hacen llamar inspiradores de viajes.

      Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.

  10. Quiero pensar que estoy en el único grupo de tu tipología que me parece bien: el de los intocables. En todo caso yo escribo sin ataduras, libre y no le debo nada a nadie. Te doy todo mi apoyo con respecto a la polémica y revuelo que se ha generado a raíz de tu publicación porque que yo sepa, nadie ha dicho nada al respecto de una entrada de una bloggera de hace unos dias en la que acusaba de envidiosos elevados a la máxima potencia a quienes no son invitados a blogtrips de esos…oiga, yo soy una de esas a las que nadie conoce ni invita y feliz como una perdiz…no manejo un ápice de ese verde sentimiento…a lo que iba, nadie se ha asustado ni nadie ha montado semejante revuelo….debe ser que eso de la vara de medir no es igual para todos.
    Me he reído mucho con tu entrada. Un saludito.

    • Tus palabras son tan sabias como siempre, Pepa.

      Curiosamente, ayer mismo se generó una polémica similar a la que comentas, cuando una bloguera llamaba envidiosos a los que no aparecían en la lista de un gurú, y tan solo unos pocos nos dimos por aludidos. Lo impresionante es que muchos de los que podrían ser incluidos en ese calificativo, en vez de protestar e intentar razonar defendiendo que ellos no profesan la envidia, le daban la razón a la interfecta en contra de los que sí lo hacíamos. El número de genuflexos entre los blogueros de viaje en España es creciente, no me cabe la menor duda.

      Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.

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