12 templos ortodoxos que te llegarán al alma
Separada definitivamente de la Iglesia católica a mediados del siglo XI, la Iglesia ortodoxa se estableció fundamentalmente en Europa del Este, debido a la implantación que el Imperio bizantino había tenido en la zona. Actualmente está formada por quince credos autocéfalos, que comparten creencias y sacramentos pero cada uno de ellos tiene su propia autoridad jerárquica. Sus comunidades están dispersas por diferentes zonas del mundo, y son mayoritarias en numerosos países del este de Europa.
A lo largo de mi vida viajera he tenido la oportunidad de visitar numerosos templos ortodoxos distribuidos por varios países. Y mi afinidad con ellos es evidente, pues suelen distar bastante de la grandiosidad de la que presumen los santuarios católicos, incluso budistas y musulmanes, mostrando al visitante un aspecto generalmente minimalista con el que me siento muy identificado. Por ello me sentí dispuesto a aceptar un nuevo reto con el gran viajero Jordi Martínez Baylach consistente en descubrir nuestras iglesias ortodoxas favoritas.
Aquí tenéis las mías. Como siempre, solo incluyen lugares que he visitado e intento diversificarlos al máximo, con el fin de incluir la mayor parte posible de los quince credos que componen la Iglesia ortodoxa en la actualidad.
Catedral de San Basilio (Moscú, Rusia): No es la sede de la Iglesia ortodoxa rusa, honor que corresponde a la catedral de Cristo Salvador, pero la catedral de la Intercesión de la Virgen junto al foso, denominación real de la famosa catedral de San Basilio, es quizás la iglesia ortodoxa más conocida a nivel mundial. Sus famosas cúpulas bulbosas fueron construidas a mediados del siglo XVI por orden de Iván el Terrible.
Iglesia Creţulescu (Bucarest, Rumanía): Entre los diversos templos que la Iglesia ortodoxa rumana posee en Bucarest, uno de los más interesantes es la iglesia Creţulescu. Fue construida en el siglo XVIII de acuerdo con el estilo arquitectónico denominado brâncovenesc. Antiguamente su exterior estaba decorado con pinturas murales, pero éstas debieron ser reemplazadas por ladrillos durante un proceso de restauración. Mantiene frescos en el porche y en el interior.
Catedral de Alexander Nevsky (Tallinn, Estonia): Ubicada en el centro histórico de la capital estonia, la catedral de Alexander Nevsky fue construida a finales del siglo XX, cuando Estonia era parte del Imperio ruso. Su interior está ricamente decorado y en él destacan tres iconostasios cuyos iconos fueron traídos desde San Petersburgo.
Iglesia de la Natividad (Belén, Palestina): De acuerdo con la leyenda, la iglesia de la Natividad fue construida sobre la cueva donde nació Jesús de Nazaret. Su primera versión data del siglo IV, lo que la convierte en uno de los templos cristianos más antiguos en uso. Consta de dos secciones, aunque la basílica propiamente dicha está bajo la autoridad de la Iglesia ortodoxa griega.
Catedral de la Santísima Trinidad (Tbilisi, Georgia): Conocida también como catedral Sameba, la catedral de la Santísima Trinidad está situada sobre la denominada colina de Elías, que domina el centro histórico de la capital georgiana. Fue construida a finales del siglo XX y comienzos del XXI mediante donaciones de los fieles a la Iglesia ortodoxa georgiana y con sus casi cien metros de altura es la tercera iglesia ortodoxa más alta del mundo.
Iglesia de Agia Paraskevi (Geroskipou, Chipre): Construida probablemente durante el siglo X, la iglesia de Agia Paraskevi fue levantada seguramente sobre algún templo anterior, como lo prueba el hecho de que algunos de los frescos que decoran sus muros han sido datados en siglos precedentes. Su interior incluye también un valioso iconostasio del siglo XV, aunque lo que hace de ella un templo único es su continente, donde destaca el exclusivo diseño de su cubierta, que consta de cinco cúpulas alineadas en forma de cruz.
Crédito: falco
Catedral de San Sava (Belgrado, Serbia): Considerado el templo ortodoxo más grande en los Balcanes y uno de los más grandes del mundo, la catedral de San Sava ocupa una posición predominante en la ciudad de Belgrado. Las obras de construcción comenzaron hace unos ochenta años y aún no han concluido del todo, siendo financiadas exclusivamente a través de las donaciones de los fieles. Tiene planta de cruz griega, con una gran cúpula central que alcanza los setenta metros de altura.
Catedral de la Ascensión (Almaty, Kazajstán): Localmente conocida como catedral Zenkov, la catedral de la Ascensión de la ciudad kazaja de Almaty fue edificada hace aproximadamente un siglo. Aunque no lo aparente, está construida enteramente en madera sin ningún clavo de sujeción entre las tablas. Debido a ello, el hecho de que se mantuviera en pie tras un terremoto a comienzos del siglo XX fue considerado como una intervención divina.
Iglesia de la Resurrección de Cristo (San Petersburgo, Rusia): Mandada edificar por el zar Alejandro III a finales del siglo XIX, en el lugar donde su padre había sido asesinado un par de años antes, la también denominada Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada es una de las más significativas de San Petersburgo. Consta de cinco cúpulas bulbosas y su aspecto multicolor la convierte en un ejemplo característico del arquitectónicamente conocido como estilo ruso.
Crédito: jdblack
Catedral de Alexander Nevsky (Sofía, Bulgaria): Sede de la Iglesia ortodoxa búlgara, la catedral de Alexander Nevsky fue construida a comienzos del siglo XX en la zona histórica de Sofía. Fue creada en honor de los soldados rusos fallecidos durante la guerra entre Rusia y Turquía ocurrida pocos años antes, a resultas de la cual Bulgaria fue liberada del yugo otomano. Su interior está decorado con ónice, alabastro y mármol procedente de Italia.
Iglesia del Santo Sepulcro (Jerusalén, Palestina): Uno de los santuarios principales del cristianismo, la iglesia del Santo Sepulcro está situada en el lugar antiguamente conocido como monte Calvario, donde de acuerdo con la tradición cristiana Jesucristo fue crucificado. La versión actual del templo es de finales del siglo XI, aunque ha sufrido reconstrucciones posteriores, y hoy día está dedicada a diversas confesiones religiosas aparte de ser sede de la Iglesia ortodoxa de Jerusalén.
Santa Sofía (Estambul, Turquía): A pesar de no ser una iglesia propiamente dicha desde hace más de quinientos años, Santa Sofía sigue siendo el templo ortodoxo por antonomasia. Construida en el siglo IV, fue sede durante más de un milenio de la Iglesia ortodoxa de Constantinopla, además de la catedral más grande del mundo durante todo ese tiempo. Arquitectónicamente destaca su enorme cúpula, todo un hito en la arquitectura bizantina y que sirvió de modelo para numerosas edificaciones posteriores.
Podéis ver los doce templos ortodoxos elegidos por Jordi aquí.
Tanto por tu selección como por la de Jordi me queda claro que tengo que visitar Moscú y San Petersburgo. Pensaba que sería este año pero posiblemente lo aplacemos de nuevo.
Me gustó especialmente la catedral de Alexander Nevski de Sofia y el poder presenciar una gran ceremonia, fue bastante impresionante. De todas formas, y tal como le he comentado también a Jordi, me quedo con las pequeñas iglesias ortodoxas, especialmente las que pertenecen a los monasterios.
Un saludo
A mí particularmente las dos grandes ciudades rusas me gustan mucho. Tanto San Petersburgo como Moscú destacan en el aspecto cultural y tienen mucho que ver, no solo las iglesias. Claro, que de éstas hay para dar y tomar, y de todos los tamaños. Las catedrales del interior del Kremlin son de reducido tamaño, con un ambiente intimista y en mi opinión maravillosas.
A las pequeñas iglesias ortodoxas, en especial las de los monasterios, creo que tanto Jordi como yo les dedicaremos algún que otro post en el futuro.
Un abrazo.
De las que conozco, mi una pega a las que has puesto. Por el sitio tan poco habitual donde esta (China) y por ser bien bonita, recomiendo la Catedral Ortodoxa de Santa Sofia en Harbin. Saludos
La de Harbin, de la que no tenía idea de su existencia hasta que escribiste algo sobre ella, ya son palabras mayores. Supongo que resulta un tanto inusual y anacrónica, y al parecer ha sido reconvertida en museo. Supongo que quedan pocos visos de la presencia rusa en la ciudad.
Muchas gracias por tu comentario.
Fue la única que se salvó de la mal llamada Revolución Cultural en toda China y en el mismo Harbin.
Justo al contrario, Harbin es toda rusa, al menos el centro. La calle peatonal principal, famosa en toda China, y la orilla del rio están llenos de edificios del primer tercio del siglo XX, todos de construcción rusa o de la gran comunidad judía que había.
Creo que te encantaría Harbin, Floren. Acompanhame en mi próximo viaje a Manchuria 🙂
un abrazo
Ya me gustaría, Nacho.
Me parece curioso que la cultura rusa se siga manteniendo casi tal cual en esta zona de China, especialmente porque tengo la sensación de que los chinos devoran, metafóricamente hablando, todo lo que les sale al paso. Espero que se mantenga en el tiempo, lo mismo que las trazas de cultura portuguesa que se conservan en Macao, pero pienso que la cultura china se impondrá y acabará con ellas al final.
Muchas gracias por tu aclaración y un abrazo.