A punto de cumplirse veinte años desde que tuvo lugar una convención que definió el desde entonces denominado Patrimonio Cultural Inmaterial, los bienes intangibles protegidos por la UNESCO han aumentado de manera casi exponencial desde entonces. El comité surgido de aquella reunión primigenia ha sido convocado en dieciséis ocasiones hasta la fecha y está previsto que la próxima tenga lugar dentro de un mes y medio más o menos. De allí saldrán, seguro, nuevas tradiciones, prácticas, festejos y costumbres que añadir al ya vasto número de elementos incluidos en la cada vez más extensa Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial, que fue propuesta por vez primera en 2008.
Bien, entiendo que todo este galimatías de inmaterial o intangible suene un tanto abstracto. Más aun atendiendo a la definición que la propia UNESCO aportó sobre este concepto. Traduciéndola de una manera profana, viene a decir que no todo el patrimonio se compone de monumentos y espacios naturales, sino que las costumbres, herencias y tradiciones también tienen su importancia. Que el acervo necesita ser protegido, en definitiva. Mis felicitaciones a quien tuvo la brillante idea, puesto que realmente se necesitaba algo así. No todos los conocimientos y el aprendizaje desarrollado por la Humanidad se traducen en bienes tangibles, buena parte de ellos no se pueden tocar y resultan mucho más frágiles que los puramente materiales. Seguro que esta protección evita graves pérdidas.
Mi relación con el Patrimonio Cultural Inmaterial nunca ha sido tan sólida como la que desde siempre he tenido con el puramente tangible. Aun así, el número de estos bienes protegidos por la UNESCO que he podido experimentar, que no visitar en este caso, se aproxima al centenar. Aquí menciono tan solo unos pocos, suficientes en todo caso para demostrar que lo intangible es tan valioso como puede serlo lo material. Y que la prioridad de protegerlo, y así poder ser transmitido a las futuras generaciones, debe ser absoluta.
El arte de las cruces de piedra armenias. Simbolismo y técnica de esculpido de las khachkars (Armenia): Al menos desde el siglo IX llevan los armenios esculpiendo las localmente conocidas como khachkar, especie de estelas que llevan grabadas una cruz. Ésta suele aparecer situada sobre un disco que representa al sol y estar rodeada de diferentes motivos que incluyen uvas, granadas, en ocasiones figuras bíblicas y numerosas bandas de entrelazado. Esta depurada técnica artística fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial en 2010.
Enkipaata, Eunoto y Olng’esherr, tres ritos de iniciación masculinos de la comunidad masai (Kenia): Aunque poco a poco van perdiendo sus tradiciones ante el avance imparable de la civilización occidental, los masai conservan diferentes ritos iniciáticos. Tres de ellos son los denominados Enkipaata, Eunoto y Olng’esherr, a los que son sometidos los varones jóvenes y, respectivamente, hacen referencia a la circuncisión, el afeitado ritual de la cabeza y la introducción al consumo de carne. Protegidos como Patrimonio Cultural Inmaterial desde 2018.
La cerámica artesanal de Horezu (Rumanía): Diferentes versiones de la artesanía cerámica han sido declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial hasta la fecha. Una de ellas es la producida en la localidad rumana de Horezu, que lo fue en 2012 y es siempre realizada a mano. Habitualmente, los hombres modelan la arcilla y las mujeres se encargan de decorarla con motivos tradicionales, que incluyen el popular gallo de la buena suerte. Entre los colores utilizados para ello destaca el conocido como marfil de Horezu, característica tonalidad local.
La rumba cubana, mezcla festiva de baile y música, y todas las prácticas culturales inherentes (Cuba): Numerosos bienes declarados Patrimonio Cultural Inmaterial están relacionados con la música. A la rumba cubana le fue otorgada esta distinción en 2016. Basado en los ritmos africanos, este baile surgió en Cuba durante el siglo XIX, para ir evolucionando con el tiempo y dar lugar a otras danzas, entre las que se encuentra la famosa salsa. En su interpretación juega un papel fundamental el instrumento conocido como conga.
Construcción artesanal de piraguas y arte tradicional de la navegación en las Islas Carolinas (Estados Federados de Micronesia): Sería muy difícil encontrar marinos más expertos y habilidosos que los micronesios. Apostaría a que están por encima incluso de sus vecinos melanesios y polinesios, lo cual ya es mucho decir. En algunas islas del estado micronesio de Yap, entre ellas la denominada Maap, se siguen construyendo canoas al estilo tradicional en improvisados astilleros. Esta antiquísima práctica fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial en 2021.
Conocimientos y técnicas tradicionales vinculados a la fabricación de yurtas kirguises y kazajas (hábitat nómada de los pueblos túrquicos) (Kirguistán): Dormir en una yurta auténtica es una actividad que le recomendaría a cualquiera. Para ello, hay que desplazarse hasta Kazajstán o Kirguistán, lo cual también es muy recomendable porque son destinos imprescindibles. Yo lo hice en este último país y, a pesar del frío que pasé en pleno verano por estar a más de tres mil metros de altura, lo recuerdo como una de las mejores experiencias de mi vida. La fabricación tradicional de yurtas kirguises y kazajas está declarada Patrimonio Cultural Inmaterial desde 2014.
El espacio cultural de la Plaza Jemaa el-Fna (Marruecos): Resulta un espectáculo incomparable el que tiene lugar cada tarde en la renombrada Plaza Jemaa el-Fna de Marrakech. Probablemente muchos lo tachen de turístico, debido a la cantidad de visitantes que congrega, pero yo lo considero más bien auténtico, puesto que es difícil concentrar tal número de artistas, charlatanes y tramoyistas, entre muchos otros, en un espacio tan reducido. Fue incluido en la primera versión de la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial, que se publicó en 2008.
El oficio tradicional de molinero de artefactos de viento e hidráulicos (Países Bajos): Olvidado en numerosos lugares, el oficio de molinero todavía tiene un papel importante en los Países Bajos. No es que ocupe un lugar preponderante en el escalafón, pero sigue manteniendo cierta relevancia, como puede comprobarse en lugares como Zaanse Schans, a pesar de encontrarse en situación de retroceso en la actualidad. Fue puesto bajo la tutela del Patrimonio Cultural Inmaterial en 2017.
El espacio cultural de los bedu de Petra y Wadi Rum (Jordania): El pueblo bedu continúa ejerciendo su tradición nómada en el entorno que rodea a los poderosos destinos turísticos jordanos de Petra y Wadi Rum. Aunque sería difícil no contaminarse con la influencia ejercida por los visitantes, se podría afirmar que en cierto modo han logrado conservar algunas de sus tradiciones. Entre otras, mantienen la expresión oral basada en diversas manifestaciones artísticas, la medicina tradicional o el uso de un bien escaso y caro como lo es el agua. Todo un acervo que fue adecuadamente protegido ya en 2008.
Conocimientos y técnicas del arte de construir muros en piedra seca (Chipre / Croacia / Eslovenia / España / Francia / Grecia / Italia / Suiza): Se conoce como arquitectura en piedra seca a una técnica arquitectónica consistente en colocar piedras unas sobre otras sin ningún tipo de material que las una, salvo tierra seca en ocasiones. De origen pretérito, es habitual en los países mediterráneos y ya era conocida en el Neolítico, como puede apreciarse en numerosos asentamientos. A petición de diversos países, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial en 2018.
La caligrafía árabe: conocimientos, competencias y prácticas (Arabia Saudí / Argelia / Bahréin / Egipto / Emiratos Árabes Unidos / Irak / Jordania / Kuwait / Líbano / Marruecos / Mauritania / Omán / Palestina / Sudán / Túnez / Yemen): Varios estados musulmanes se unieron hace unos años para someter a consideración la caligrafía árabe, propuesta que fue aceptada en 2021. Esta técnica decorativa consiste en la transcripción del alfabeto árabe de una manera artística, con la intención de transmitir armonía y elegancia a la escritura. Resulta habitual en mezquitas, madrasas y otros monumentos islámicos.
La dieta mediterránea (Chipre / Croacia / España / Grecia / Italia / Marruecos / Portugal): Para terminar nuestro recorrido hemos reservado el Patrimonio Cultural Inmaterial más saludable. La dieta mediterránea trasciende lo puramente gastronómico y para sus adeptos llega a convertirse incluso en una forma de vida. Basada en productos tan naturales como las verduras, las frutas, el pescado, el aceite de oliva y el vino, está protegida como tal desde 2013. Si no la practicáis aún, no dudéis en empezar a hacerlo cuanto antes, porque vuestro cuerpo os lo agradecerá.
