12 Geoparques merecedores de remarque
El concepto de Geoparque se inicia con la creación de una asociación denominada Global Geoparks Network, que dio sus primeros pasos a partir de 2004. Posteriormente fue adoptado por la UNESCO bajo el paraguas de Global Geoparks, tal y como empezaron a ser denominadas unas áreas geográficas que incluyen lugares de importancia geológica internacional. Desde entonces, la evolución de ambas entidades es paralela y cada nuevo Geoparque declarado por la UNESCO debe adherirse a la asociación Global Geoparks Network, de forma que pueda compartir sinergias comunes y beneficiarse de iniciativas de intercambio y cooperación con el resto.
Con el fin de formar parte de la Red Mundial de Geoparques de la UNESCO, un espacio natural debe poseer cuatro características fundamentales: albergar un patrimonio geológico de importancia internacional; contar con un órgano de gestión acorde con la legislación nacional; ser visible vía web, así como mediante material adicional como folletos y mapas, para contribuir al desarrollo económico local a través del geoturismo; e intercambiar iniciativas con el resto de componentes de la asociación Global Geoparks Network. Cada cuatro años, los miembros son sometidos a una auditoría tras la cual la designación puede ser prolongada por otros cuatro años, revisada durante un periodo de dos años o definitivamente suspendida.
Apenas una treintena de espacios pertenecientes a la Red Mundial de Geoparques de la UNESCO he tenido oportunidad de conocer a lo largo de las últimas décadas. Aunque en esta ocasión no prime la cantidad, sí lo hace la calidad, puesto que todos ellos me parecieron dignos de tan preciada denominación. Intentando aportar mi granito de arena a la visibilidad anteriormente mencionada, aquí tenéis algunos de los que me han parecido más interesantes.
Oeste (Portugal): Como su nombre indica, el Geoparque Oeste está localizado en la zona occidental de Portugal. Cubre un área aproximada de mil ciento cincuenta kilómetros cuadrados pertenecientes a los distritos de Leiria y Lisboa. Más de setenta geositios se ubican en su territorio, delimitado hacia el oeste por más de setenta kilómetros de costa atlántica. Entre ellos hay que mencionar el cabo Carvoeiro, donde pueden apreciarse los efectos de la erosión en un modelado técnicamente denominado lapiaz.
Granada (España): Más de cuatro mil setecientos kilómetros cuadrados comprende el Geoparque de Granada, cuya superficie se reparte entre cerca de medio centenar de municipios granadinos. Destaca tanto por sus registros fósiles como por las huellas de presencia humana desde tiempos remotos, como lo prueban los numerosos dólmenes hallados en el municipio de Gorafe. Uno de sus cerca de veinte geositios es la peña de Castril, icónica formación rocosa situada en la localidad homónima.
Lagos de Biokovo-Imotski (Croacia): Cerca de cincuenta y cinco geositios incluye el Geoparque Lagos de Biokovo-Imotski, localizado junto a la costa dálmata. Dos de los más renombrados son los lagos Modro y Crvena, que se encuentran en las proximidades de la localidad de Imotski. Sus más de cuatrocientos treinta kilómetros cuadrados de superficie comprenden también la montaña Biokovo, que en su punto más elevado supera los mil setecientos sesenta metros y es la más alta de la Croacia costera.
Cataluña Central (España): Unos mil doscientos cincuenta kilómetros cuadrados, que se reparten entre treinta y cinco municipios catalanes, contiene el Geoparque Cataluña Central. Se han identificado cerca de setenta y cinco geositios, que dan fe de la amplia geodiversidad de este territorio. Entre ellos cabe mencionar el macizo de Montserrat, impactante formación de conglomerado que constituye una de las imágenes más representativas de Cataluña. También sobresale la montaña de sal de Cardona, diapiro que se ha explotado durante miles de años con fines extractivos.
Lavreotiki (Grecia): Renombrado debido a la extracción de plata que se lleva a cabo en su territorio desde tiempos de la Antigua Grecia, el Geoparque Lavreotiki comprende unos ciento setenta y cinco kilómetros cuadrados coincidentes con el municipio griego homónimo. Está situado en el tramo final de la península de Ática y destaca por su amplia diversidad de minerales, considerada la mayor a nivel mundial. Uno de sus veintidós geositios es el cabo Sounion, sobre el que se sitúa un icónico templo dedicado a Poseidón.
Bakony-Balaton (Hungría): Aproximadamente setecientas cuevas de origen kárstico se distribuyen en los más de tres mil doscientos kilómetros cuadrados de superficie del Geoparque Bakony-Balaton, localizado en la zona central de Hungría. El número potencial de geositios identificados en este territorio supera el millar e incluye lugares como el lago Hévíz, mayor lago termal de Europa y segundo del mundo. La orilla norte, así como parte de la orilla sur, del lago Balaton también forman parte de este amplio espacio natural.
Troodos (Chipre): Con unos mil trescientos setenta kilómetros cuadrados de superficie, el Geoparque Troodos cubre el cuarenta y cinco por ciento de la cordillera chipriota homónima. El rango de altitud de este territorio varía entre los trescientos metros y los cerca de dos mil hasta los que se eleva el poderoso Monte Olimpo, cuya cumbre supone el punto más alto de Chipre. Cincuenta geositios, entre los que destaca una profunda garganta cercana a la localidad de Kakopetria, pueden verse en la zona, combinados con un paisaje de cascadas, bosques y diversos asentamientos humanos.
Katla (Islandia): Entre ochenta y noventa geositios incluye el Geoparque Katla, localizado en la zona sureste de Islandia. Debe su nombre al volcán homónimo, que presenta una alta actividad y está situado bajo el hielo de un glaciar. En sus más de nueve mil quinientos kilómetros cuadrados de superficie está incluido el glaciar Vatnajökull, el más grande del país y cuyo hielo supera el kilómetro de espesor en algunos puntos. Otros geositios destacados son la laguna glaciar de Jökulsárlón y el volcán Laki, fisura volcánica de veintisiete kilómetros de longitud que contiene más de ciento treinta cráteres.
Lanzarote y Archipiélago Chinijo (España): Dos mil quinientos kilómetros cuadrados de superficie tiene el Geoparque Lanzarote y Archipiélago Chinijo, que comprende la isla lanzaroteña y varios islotes localizados en sus inmediaciones, además de un amplio espacio de superficie sumergida. Entre sus cerca de setenta geositios destacan algunos tan emblemáticos como el risco de Famara, los piroclastos de La Geria y, especialmente, las lavas de Timanfaya, producidas tras una erupción volcánica que tuvo lugar durante la primera mitad del siglo XVIII.
Haţeg (Rumanía): Algo más de mil kilómetros cuadrados comprende el Geoparque de Haţeg, localizado en el distrito rumano de Hunedoara. Todo este territorio formaba parte de una isla durante el Cretáceo y en su interior se han encontrado restos de hasta once especies diferentes de dinosaurios. Entre los más de veinte geositios que incluye hay que mencionar el sitio paleontológico de Sânpetru, donde se han descubierto numerosos fósiles de anfibios, reptiles y mamíferos así como restos de los dinosaurios anteriormente mencionados.
Sobrarbe-Pirineos (España): Redondeando por lo bajo, un centenar de geositios se hallan distribuidos en los aproximadamente dos mil doscientos kilómetros cuadrados de superficie del Geoparque Sobrarbe-Pirineos, situado al norte de la provincia aragonesa de Huesca. Probablemente el más renombrado lo sea el icónico Monte Perdido, que se eleva hasta más de tres mil metros de altura y es considerado el principal macizo calizo de Europa. En este valioso espacio natural subsisten diversos glaciares, entre ellos los que se mantienen en la mencionada montaña.
Naturtejo (Portugal): Tal y como comenzábamos, vamos a terminar en Portugal, concretamente en las regiones Centro y Alentejo. El Geoparque Naturtejo se extiende sobre una superficie de cuatro mil seiscientos kilómetros cuadrados, que se prolonga desde el valle del Tajo hacia las montañas del centro del país. Nada menos que ciento setenta y seis geositios están esparcidos por este amplio territorio, entre los que cabe destacar los icnofósiles de Penha Garcia. En su centro de interpretación se exponen diversos trilobites y en el exterior pueden verse crucianas, huellas que estos artrópodos dejaron en el fondo marino hace millones de años. El Naturtejo es, por consiguiente, todo un Geoparque merecedor de remarque.