12 fortalezas con grandeza en el Caribe
A lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII fueron surgiendo numerosas fortalezas por las islas y costas del mar Caribe, construidas por los nuevos dueños europeos de estos territorios para proteger sus flamantes posesiones de posibles invasores, curiosamente también europeos. Bastantes de estos fuertes han resistido medianamente bien el paso del tiempo, llegando hasta nuestros días en buenas condiciones. Otros, en cambio, no pueden decir lo mismo y su estado de conservación en la actualidad no resulta ser el deseable.
La mayor parte de estas fortificaciones fueron construidas por españoles, ingleses y franceses. Si nos atenemos a su tamaño, las más impresionantes resultan ser las construidas por los primeros a lo largo de los casi cuatro siglos que se mantuvieron en la zona. Ingleses y franceses se establecieron en islas más pequeñas y, por consiguiente, el tamaño de sus sistemas defensivos solía ser inferior al tener mucho menos espacio que defender. De cualquier manera, todas estas fortalezas constituyen ya parte del paisaje de cada una de las islas donde están situadas, para cuyos habitantes poco importa quienes fueron sus constructores y cuáles fueron los motivos que los llevaron a ello.
A continuación os mostramos una docena de fortificaciones caribeñas que nos han causado un gran impacto en nuestros viajes por la zona y os contamos algo sobre su pasado.
Fuerte de San Felipe del Morro (Puerto Rico): Situado sobre una punta que se adentra en el mar a un extremo de San Juan de Puerto Rico, fue erigido por los españoles con el fin de defender la ciudad de ataques llegados por vía marítima. Tal era su poderío que detuvo a asaltantes legendarios como Sir Francis Drake, tan solo un pirata para los hispanos, todo un caballero para los británicos. Suficiente para proteger la bahía de San Juan, resistiendo los intentos de saqueo procedentes del mar, el fuerte de San Felipe del Morro se mostraba sin embargo ineficiente ante los ataques venidos por tierra.
Shirley Heights (Antigua): En uno de los puntos más elevados de la isla de Antigua, denominado Shirley Heights, los ingleses construyeron en el siglo XVIII una serie de fortificaciones para repeler posibles ataques. Su principal función era la de proteger los astilleros situados en la parte inferior de la colina, donde se efectuaba el mantenimiento de la flota desplegada por la zona. Tomó esta atarazana más adelante el nombre de su inquilino más renombrado, el almirante Nelson. Y tanto se esmeraron en la protección de este estratégico lugar que jamás fue tomado por el enemigo.
Fort King George (Tobago): Construido a finales del siglo XVIII, se trata del sitio histórico más valioso en la isla de Tobago. Está situado sobre un promontorio que domina la bahía a cuya orilla se sitúa la población de Scarborough, capital de la isla. Tras perder su razón de ser como fortaleza fue reutilizado como prisión y en la actualidad los barracones donde vivían reclusos y oficiales sirven con fines turísticos, uno de ellos como museo. También se conservan algunos de los cañones de la época.
Fort George (Granada): Originalmente una pequeña fortificación construida por los franceses en la isla de Granada, Fort George debe su aspecto actual a la reconstrucción hecha por los ingleses a comienzos del siglo XVIII. Su denominación hace referencia al monarca británico George III y su finalidad era proteger la capital y principal ciudad de la isla, sobre la que está situado. En la actualidad sirve como sede de la policía local y ofrece una imagen un tanto anacrónica.
Brimstone Hill (Saint Kitts): Sobre la cima de una colina con amplia visibilidad en derredor de las aguas que rodean Saint Kitts, los ingleses construyeron la fortaleza de Brimstone Hill para defenderse de posibles ataques. El peligro venía en este caso por parte de los franceses, muy interesados en las plantaciones existentes en la pequeña isla. Aunque se consideraba invulnerable, el fuerte pasó a ser posesión francesa a finales del siglo XVIII, tras un asedio de un mes. Volvió a manos británicas tan solo un año más tarde, a resultas de la firma de un tratado, y en ellas continuó, cayendo poco a poco en desuso, hasta la independencia del país ya a finales del siglo XX.
Castillo San Felipe de Barajas (Colombia): A diferencia de los ingleses, los españoles no levantaban sus fortalezas sobre colinas aisladas sino en las ciudades, junto a la orilla del mar. Un ejemplo de ello es el Castillo San Felipe de Barajas, cuya finalidad era resguardar la localidad hoy colombiana de Cartagena de Indias y su bahía. Su poderío era tal que resistió un asedio de tropas británicas cuyos efectivos multiplicaban por diez el número de resistentes, en la llamada Guerra de la Oreja de Jenkins. Debe ésta su curioso apelativo a que un capitán español cortó una oreja al capitán inglés de ese nombre, quien se presentó apéndice auditivo en mano ante el Parlamento Británico para reportar los hechos. El resultado fue una contienda que duró casi diez años.
Fort Montagu (New Providence): Pequeña fortaleza situada en la isla bahameña de New Providence, Fort Montagu fue construido por los británicos a mediados del siglo XVIII para defender la zona este de la isla. Aunque su propósito inicial era el de protegerse contra los invasores españoles, curiosamente jugó un papel importante en la guerra de la independencia estadounidense pues fue el primer lugar conquistado por la Marina rebelde. Poco después pasó a poder español también pero volvió a manos británicas apenas un año más tarde.
Fort Charlotte (San Vicente): Localizado al suroeste de la isla de San Vicente, Fort Charlotte fue construido ya a comienzos del siglo XIX para proteger la parte oeste de la ciudad de Kingstown. Tiene un tamaño considerable, como lo prueba la batería de más de treinta cañones que lo protegía. Mantiene un indudable valor histórico al que se une el turístico debido a las excelentes vistas que ofrece sobre buena parte de la isla.
Crédito: SantiKbrera
Fortaleza de San Felipe (La Española): De origen español, el fuerte de San Felipe fue edificado con la finalidad de proteger la ciudad hoy dominicana de Puerto Plata de las frecuentes incursiones piratas. Fue un encargo del mismo Felipe II y las obras se dieron por concluidas en la segunda mitad del siglo XVI, convirtiéndose en una de las fortalezas más antiguas erigidas en América. Más tarde sirvió como prisión y en la actualidad alberga un museo.
Fort James (Tobago): Conocida también como Fort Jakobus, esta fortaleza fue fundada por pioneros llegados en el siglo XVII desde el ducado de Curlandia, en la actual Letonia. Protegía la ciudad entonces denominada Jacobsstadt, en la actualidad conocida como Plymouth. A finales del siglo XVIII fue conquistado por tropas francesas y se mantuvo en su poder una docena de años, hasta que la isla pasó de nuevo a manos británicas.
Fort Berkeley (Antigua): A comienzos del siglo XVIII la isla de Antigua llegó a disponer de una veintena de fortificaciones, lo que da idea de la ebullición que vivían las aguas caribeñas en la época si se tiene en cuenta su pequeño tamaño. Una de ellas era Fort Berkeley, que protegía una base naval construida por los británicos al sur de la isla. Más adelante ésta se convirtió en un astillero al que se dio el nombre del almirante Nelson, que residió en este lugar. Restos de sus baluartes defensivos aún se conservan en buen estado.
Fuerte de San Cristóbal (Puerto Rico): La fortificación de mayor tamaño entre las construidas por los españoles en el Nuevo Mundo, el fuerte de San Cristóbal fue edificado tras un intento de invasión por tierra por parte de los holandeses. Al finalizar la obra, toda la ciudad de San Juan quedó protegida de una manera casi hermética, siendo relativamente sencillo para sus habitantes rechazar cualquier tipo de agresión. Ya a finales del siglo XIX, cuando las circunstancias en la zona habían cambiado, se decidió demoler parte de su estructura con el fin de que la población pudiera expandirse. Incluso así, su tamaño sorprende aún hoy.
Buena selección. He estado en la de República Dominicana, Puerto Rico y Colombia. Añadiría la de Isla Margarita… Pero no la de Portobelo en Panamá que visité ayer. ¡Está manga por hombro!
He estado tanto en Margarita como en Panamá, pero no he visitado esas fortalezas que mencionas. Sobre la de Portobelo he leído algo y fue bastante afectada por las incursiones piratas. Entre las fortificaciones caribeñas que he visitado y debería haber incluido destacaría la del Morro en La Habana, de larga historia pero de la cual tengo un recuerdo difuso.
Muchas gracias por tu aportación.
Me temo que de esta lista solo conozco los dos de Antigua, que me parecieron lo más interesante de la isla a nivel histórico. Además de que Shirley Heights tiene una puesta de sol preciosa con Montserrat enfrente.
Recorrer las Antillas que me faltan en un solo viaje saltando de Tobago hasta Puerto Rico es un viaje que tengo pendiente. Quizás cuando me jubile, como hacen los ingleses 🙂
Buen post, como siempre. Un abrazo!
Ese viaje de Puerto Rico a Tobago saltando de isla en isla también me gustaría hacerlo a mí, aunque ya he visitado buena parte de ellas. Pero tengo algunas pendientes, como Guadalupe o Martinica, que espero conocer algún día. Aunque mi asignatura pendiente en el Caribe es Haití, sin duda.
En cuanto a las fortificaciones, las mejores de todo el Caribe en mi opinión son las dos de San Juan de Puerto Rico. Son realmente impresionantes y están bastante bien conservadas por no haber sufrido agresiones demasiado importantes. Constituyen una parte fundamental, aunque no la única, en que el Viejo San Juan sea la ciudad colonial más interesante de América en mi opinión.
Muchas gracias y un abrazo.
Faltan las fortalezas de cuba que son importantes.
Sin duda. Alguna de las que protegían La Habana he visitado, la incluiré en una futura actualización del post.
Muchas gracias por tu comentario y un saludo.