10 recintos amurallados dignos de ser visitados
Quizás suene un tanto radical, a la manera en que suelen hacerlo mis comentarios, pero siempre he pensado que las poblaciones que han conseguido mantener esas murallas que les ha deparado la Historia son las únicas que han sabido preservar su pasado. Resulta casi impensable remontarse centenares o incluso miles de años atrás y encontrarse con un asentamiento humano que no haya estado amurallado en algún lapso temporal. Pero lamentablemente, la torpeza y la ambición habituales entre los gobernantes, la necesidad de expandirse o alguna batalla perdida suelen haber producido un evidente cambio en la fisonomía de muchas localidades a lo largo del tiempo.
Aun así, existen todavía numerosas localidades a lo largo y ancho del Planeta que conservan un recinto amurallado digno de ser considerado como tal. La inmensa mayoría de las que han sabido conservarlo adecuadamente se encuentran en Europa, quizás porque en pocas zonas del mundo se ha guerreado de manera tan cruel y las poblaciones han llegado a desarrollar un cierto instinto que las ha llevado a evitar su destrucción completa. Pero existen numerosos ejemplos también en otros continentes, quizás en un estado de conservación no tan bueno como existe en diversos casos en el europeo.
Ante el nuevo reto propuesto junto a mis amigos blogueros y viajeros Jordi y Dani, consistente en publicar nuestros recintos amurallados favoritos a lo largo y ancho del Planeta Tierra, debo decir que me ha resultado realmente difícil elegir tan solo una decena. Para ajustarme a esta cifra, no he tenido más remedio que limitarme a uno por estado, hecho complicado en Francia, Portugal o España, por mencionar tan solo algunos de ellos. Dejar fuera a Lugo o Ávila, quizás las poblaciones amuralladas más completas del mundo, a la maravillosa Elvas, cuyo estado de conservación es magnífico, o a la fabulosa ciudadela de Carcassonne, prototipo de población medieval, no ha sido nada fácil. Y qué decir de Tallinn, que conserva casi en su totalidad las murallas medievales, sin olvidar el Viejo San Juan o la excepcional ciudad vieja de Jerusalén, cuyas murallas provienen en cierta parte del reinado del mítico Salomón. De todas formas, considero que la decena de recintos amurallados que podéis ver aquí constituyen un gran ejemplo de cómo estos lugares han sabido, y es de agradecérselo, mantener un aroma a pasado entre sus muros.
Ciudad vieja de Dubrovnik (Croacia): Con un perímetro de casi dos kilómetros y una altura que en algunos puntos alcanza los veinticinco metros, las murallas de Dubrovnik protegen la villa desde aproximadamente el siglo XII. De hecho, probablemente ya existían antes de esa fecha en forma de empalizada de madera. Los locales aseguran, orgullosos, que nunca han sido doblegadas y algo de cierto debe de haber en ello, aunque deberían cuidarse de ese turismo que todo lo puede y mantenerlas al menos en su actual estado de cara a futuras generaciones.
Neuf-Brisach (Francia): Entre los diversos recintos amurallados creados por obra y gracia del genial Vauban, Neuf-Brisach es uno de los que en mejor estado han llegado hasta nuestros días. Su propósito era defender la frontera entre Francia y el Sacro Imperio, y se ha mantenido imperturbable, poco conocida y menos visitada, en un punto lejano de la Alsacia. A salvo de modernas hordas invasoras, esta fortificación con forma de estrella, de acuerdo con los gustos de su creador, es uno de los secretos mejor guardados del vecino estado galo.
İçəri Şəhər (Azerbaiyán): Conocida en azerí como İçəri Şəhər, la ciudad vieja de Bakú es una antigua fortaleza en bastante buen estado de preservación. Data del siglo XII y, tras ser conquistada por su vecino ruso a comienzos del siglo XIX, la fortificación fue incluso extendida como medida preventiva. En su interior se mantiene un intenso aroma a tiempos pasados en forma de mezquitas, callejuelas y pequeños zocos que recuerdan a una pequeña ciudad islámica en tiempos medievales.
Dinkelsbühl (Alemania): Fortificada en los ya lejanos tiempos de comienzos del siglo XII, la pequeña localidad de Dinkelsbühl ha sabido conservar toda su estructura medieval con el paso de los siglos. Mantiene en gran estado sus murallas así como sus torres de vigilancia y es uno de los cada vez más escasos ejemplos de población bávara cuya imagen retrotrae a lo que solían ser estas localidades durante la Baja Edad Media.
Palmanova (Italia): Con una perfecta forma de estrella de nueve puntas y apenas cinco mil habitantes, Palmanova es una población de larga e interesante historia. Fue construida a finales del siglo XVI con el fin de detener tanto a los otomanos como al archiduque de Austria, que ponían en riesgo al reino de Venecia. Tan fortificada estaba que más que una villa era una especie de máquina de guerra, aunque no le sirvió para evitar caer en manos austriacas, algo que sucedió en un par de ocasiones hasta que a mediados del siglo XIX pasó definitivamente a manos italianas.
Veliko Trnovo (Bulgaria): Mucho más que una fortaleza, no en vano está formada nada menos que por tres colinas amuralladas, Veliko Trnovo es un auténtico leitmotiv en la historia de Bulgaria. Fue fundada por los tracios y allí fue declarada la independencia del país a comienzos del siglo XX. Entre sus fortificaciones destaca Tsarevets, donde estuvo situado tanto el Palacio Real como el Patriarcado de la iglesia ortodoxa búlgara.
Aït Benhaddou (Marruecos): Posiblemente el mejor conservado entre los ksar del Magreb, Aït Benhaddou surgió como refugio y protección para las caravanas que se aventuraban hacia Marrakech procedentes del interior del Sáhara. Con el tiempo y la apertura de otras vías y otros medios de transporte, su función pasó a segundo plano, aunque por suerte ha conseguido evitar el olvido, algo que otras fortalezas de adobe cercanas no consiguieron y lo pagaron con su existencia.
Galisteo (España): Podéis llamarme snob y quizás estéis en lo cierto, pero mi recinto amurallado favorito en España no es el de Morella, ni el de Montblanc, ni siquiera los espectaculares de Ávila o Lugo, sino el de una pequeña y desconocida población localizada en la provincia de Cáceres. La muralla que la rodea es de origen almohade y se mantiene en casi perfecto estado de conservación, hecho casi milagroso en un lugar condenado al olvido y por el cual hay que felicitar a sus habitantes.
Marvão (Portugal): Portugal guarda diversos recintos amurallados de muchísimo interés y tener que elegir tan solo uno de ellos es una tarea ardua. Pero por su importancia histórica, por su situación, por su estética y por sus habitantes mi elegido no podía ser otro que este auténtico nido de águilas. Tan impresionante lugar, emplazado sobre un risco a casi mil metros de altura, debe su nombre a Ibn Marwan, caudillo renegado del califato de Córdoba y que lo usó como refugio en el siglo IX.
Itchan Kala (Uzbekistán): Quizás no exista en todo el Planeta un lugar donde se haya conservado el ambiente medieval, en su caso islámico, como en el recinto amurallado de Khiva. Conocido localmente como Itchan Kala y de estructura rectangular, muestra cuatro puertas que apuntan a cada uno de los puntos cardinales. Su interior es una amalgama de color, con no menos de trescientas construcciones, entre monumentos y viviendas, que recuerdan que un día ésta fue la capital del mítico reino de Corasmia.
Podéis ver los diez recintos amurallados elegidos por Jordi aquí y los elegidos por Dani aquí.
Caramba, Florencio. Esta vez me has dejado patidifuso. Y es que no solo hemos coincidido en un único recinto fortificado o muralla, si no que de varios de ellos ni tan siquiera había oído hablar! Palmanova, Galisteo, Marvao…madre mía! Por cierto, esta mañana he estado escribiendo un artículo sobre Veliko Tarnovo precisamente!
Casi todas las localidades que he incluido son de pequeño tamaño porque cuando una ciudad crece demasiado tiende a expandirse hacia fuera de sus murallas y éstas suelen quedar seriamente afectadas. Una excepción es Lugo, que ha sabido conservarlas de maravilla.
Palmanova es una joya, una pequeña población con perfecta forma de estrella y cuyas calles parten de forma radial desde una plaza situada exactamente en el centro. Lástima que las murallas no estén en buen estado en algunas partes, pero aún así merece la pena.
Galisteo es muy poco conocida pero en mi opinión muy interesante. Las viviendas extramuros no suelen ser recientes y están adosadas a la muralla de forma impecable, sin afectar demasiado a ésta. Intramuros hay un interesante ábside mudéjar además.
En cuanto a Marvão, es una de mis debilidades, una auténtica maravilla. Está incluida en la Lista indicativa del Patrimonio Mundial y es posible que sea la candidata de Portugal este año.
Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.
Coincido con Jordi, la mayoría no las conozco 🙁 He podido ver bastantes obras de Vauban pero precisamente la de Neuf Brisach no la conocía. Felicidades a los tres por estas colaboraciones tan interesantes, a ver con qué reto nos sorprenderéis ahora, seguro que ya lo estáis cocinando.
Un abrazo
Creo que te gustarían casi todas, Maria Teresa. De Vauban yo solo he visto Neuf Brisach, casi de casualidad y me gustó mucho, porque aparte de su atractivo diseño se mantiene en perfecto estado.
Muchas gracias por tus palabras y un abrazo.
Vaya tres listas de lugares no visitados que me acabáis de mostrar xD
Eso si, Desembarco del Rey he de visitarla….
Un saludo
Me alegra que te hayan gustado, Verónica. A mí las listas de Dani y Jordi también me han servido de mucho, porque me han descubierto algunos lugares desconocidos y que parecen realmente atractivos.
Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.
Hola,
Me ha gustado mucho tu listado, en el que sólo coincidimos en Neuf-Brisach, que posiblemente sea menos conocido su proximidad a lugares más turísticos como Colmar y los pueblos de la Ruta del Vino. Las 9 restantes no las he visitado, ni siquiera Dubrovnik. Espero ir tarde o temprano. Un placer haber vuelto a participar en el reto
De acuerdo contigo, Dani. La inmensa mayoría de la gente que visita la Alsacia pasa de largo de Neuf Brisach porque sus objetivos on los que mencionas además de Estrasburgo. Pero creo que ese lugar bien merece una parada. A Dubrovnik te recomendaría fehacientemente ir, pero mejor en temporada baja y, si puedes, evita coincidir con algún crucero porque la masificación esos días debe ser tremenda.
Muchas gracias por tus palabras y un abrazo.
Lo mejor de leer vuestras colaboraciones es descubrir sitios desconocidos para mí; de tu lista solo he visitado Dinkelsbühl y Ait Benhaddou (una pena ver como los recintos amurallados de esa zona se desmoronan día a día sin que se haga nada por impedirlo). En cuanto a Galisteo no la conocía y tiene buenísima pinta. La semana que viene iré por allí, no sé si me dará tiempo a pasar, en el caso de que no, volveremos por allí, esa zona me gusta mucho. Relativamente cerca está Ciudad Rodrigo, una ciudad amurallada que me gusta mucho, imagino que la conocerás. Felicidades por la entrada 🙂
Creo que te gustó Galisteo, ¿no? 🙂 En Ciudad Rodrigo no he estado, aunque espero ir para ver la muralla y la catedral, así como acercarme a conocer los petroglifos de Siega Verde, uno de mis máximos objetivos en España.
Muchas gracias por tus palabras y un abrazo.
Imagino que lo conocerás, Saint- Malo en la bretaña francesa con su muralla frente al mar.
https://milrecuerdosdelpasado.wordpress.com/2014/01/02/saint-malo-ciudad-corsaria-de-bretana/#more-378
Pues no he estado en Saint-Malo, como tampoco en el monte Saint-Michel, pero por lo que he leído en tu relato parece un lugar de mucho interés. No sabía que dio nombre a las Malvinas, interesante dato.
Muchas gracias por tu aportación.
Por suerte quedan en el mundo muchos recintos amurallados que se han conservado a través de los siglos, aunque por supuesto son muchas más las ciudades que en algún momento destruyeron los suyos, por tanto tienes razón al destacar que su rareza aumenta el valor de los que quedan.
De los que he podido visitar, creo que el mayor valor histórico corresponde a Diyarbakir, la capital del Kurdistán turco. Sus murallas bizantinas de basalto son muy grandes y están bien conservadas. Sentimentalmente le debo mucho a las de otra pequeña ciudad francesa: Guerande, en la Alta Bretaña.
De tu selección conozco sólo algunas; con la única que no estaría de acuerdo sería Veliko Tarnovo; en mi opinión los restos que conserva esa ciudad de su glorioso pasado son de escaso valor.
El problema de los recintos amurallados es que al incrementarse el tamaño de las ciudades, aquellos encorsetaban a éstas impidiendo su desarrollo. Normalmente se decidía cortar por lo sano y derribar la murallas, por lo que casos como el de Lugo son casi milagrosos. Adicionalmente, las guerras también afectaron a muchas, como es el caso de Khiva donde sus murallas hubieron de ser restauradas casi por completo no hace mucho. Por fortuna, la rehabilitación fue bastante acorde a lo que debieron ser en el pasado.
De las que mencionas, tengo ganas de visitar Diyarbakir, cuyo recinto amurallado fue declarado Patrimonio Mundial en 2015 si no recuerdo mal. Bretaña es una de mis asignaturas pendientes en Europa y de Guérande ni siquiera había oído hablar, aunque a raíz de tu comentario he buscado información y parece de mucho interés. Desde luego, la puerta de Saint Michel parece impresionante.
En cuanto a Veliko Trnovo el problema, como apuntas, es que la ciudad fue destruida casi por completo. De todas formas, creo que lo que queda da cierta idea de su antiguo esplendor.
Muchas gracias por tu detallado comentario.