A pesar de que el concepto de plaza suele identificarse con el territorio europeo, debido al uso que de ellas se hizo en la cultura grecorromana, no resulta un elemento extraño para otras civilizaciones. En el caso concreto del mundo árabe, la forma generalmente regular que suelen presentar las plazas europeas no se mantiene y los espacios comunes se distribuyen por la ciudad de una manera completamente anárquica. El zoco, término que proviene del árabe suq, literalmente mercado, no está restringido a un espacio ajustado sino que se extiende libremente por diversas callejuelas. La vida social suele hacerse en la mezquita y es allí donde se abren las dimensiones, de forma que pueda congregarse la población cuando sea necesario. Las plazas en los países islámicos suelen estar por tanto situadas junto a las mezquitas o bien cercanas a otro de los centros de poder allí existentes, el palacio del emir o del califa.

Cuando los españoles llegados a América vieron la necesidad de construir ciudades en aquel continente decidieron hacerlo a imagen y semejanza de lo que habían dejado al otro lado del Atlántico. Muchas plazas hispanoamericanas presentan por tanto un aspecto geométrico similar al que suelen mostrar las plazas mayores y en ellas se sitúan tanto el cabildo como otros edificios oficiales de vital importancia para la vida urbana. Pero además, ante el peligro de sufrir ataques por parte de la población nativa, reservaron en ellas un espacio con vistas a alojar el arsenal que necesitaban para su defensa. La ciudadanía tenía también la orden de concentrarse allí para serles proporcionado armamento en caso de necesidad, por lo que estos lugares empezaron a ser conocidos como plaza de armas, denominación que aún se mantiene en muchas ciudades iberoamericanas.

Quienes sigáis este blog ya os habréis dado cuenta de que la plaza es un elemento preponderante en el mismo y al que suelo recurrir con asiduidad. Empecé destacando en esta entrada mis plazas de pueblo españolas favoritas, continué a nivel europeo aquí y también lo hice refiriéndome a los espacios comunes de una ciudad concreta en este post. Le toca el turno ahora a plazas representativas a nivel mundial, dejando aparte en esta ocasión las europeas, en un nuevo reto con el gran viajero y bloguero Jordi Martínez Baylach. Y mucho me temo que esta vez no será la última que os hable de este elemento urbano consustancial a la mayor parte de las poblaciones del mundo.

Plaza Jemaa el-Fna (Marrakech, Marruecos): Claro ejemplo de lo anteriormente mencionado, la Plaza Jemaa el-Fna se encuentra localizada en las inmediaciones de la mezquita mayor de Marrakech, denominada Koutoubia. Auténtico centro neurálgico de la población, no está claro el significado de su nombre, que puede hacer referencia a la propia mezquita o a la ejecución de los condenados, uno de los eventos que allí tenían lugar en el pasado. Más que el diseño de la plaza en sí, resultan destacables las manifestaciones culturales que en ella tienen lugar cada día al caer la tarde.

Plaza Mayor (Antigua, Guatemala): Conocida popularmente como Parque Central, la Plaza Mayor de Antigua resulta un magnífico ejemplo de plaza de armas en esta ciudad guatemalteca. Congrega a su alrededor los edificios más destacables de la villa, entre ellos la catedral y el palacio del Ayuntamiento, y en su centro se sitúan unos jardines que aún ejercen una finalidad social. En ellos se encuentra desde la primera mitad del siglo XVIII la atractiva Fuente de las Sirenas.

Plaza Dizengoff (Tel Aviv, Israel): Otra fuente, aunque de diseño completamente distinto, sirve como eje central de la Plaza Dizengoff de Tel Aviv. Se trata de la denominada Fuente del Fuego y el Agua, obra de uno de los máximos representantes del arte cinético. A su alrededor, diversos ejemplos de edificaciones Bauhaus con su característico color blanco. A destacar los jardines que muestran algunas de ellas en sus terrazas.

Plaza de Roma (Manila, Filipinas): Punto central del distrito de Intramuros, como es conocido el casco antiguo de la capital filipina, la Plaza de Roma presenta también un característico aspecto de plaza de armas. Tres de sus laterales están ocupados por algunos de los edificios más importantes de la ciudad, la Catedral, el Palacio del Gobernador y el Ayuntamiento. En su centro existe otra fuente, dentro de la cual se levanta una estatua en honor del monarca español Carlos IV.

Plaza Naqsh-e Jahan (Isfahán, Irán): Denominada asimismo Meidan Eman, es decir Plaza Real, la Plaza Naqsh-e Jahan ejerce las funciones de corazón de Isfahán. Fue diseñada a comienzos del siglo XVII y la bordean los edificios más destacados de la ciudad. Entre ellos, el palacio Ali Qapu y las mezquitas del Sheikh Luftallah y del Shah. Sorprendentes resultan sus impresionantes dimensiones tanto en longitud como en anchura, que dan como resultado un perímetro de más de un kilómetro y medio.

Plaza Independencia (Montevideo, Uruguay): De forma rectangular, aunque achatada en sus extremos, la Plaza Independencia fue diseñada en la primera mitad del siglo XIX con la intención de ensanchar el casco antiguo de Montevideo. Entre las edificaciones que la rodean destaca el Palacio Salvo, edificio art déco que es uno de los más emblemáticos de la ciudad. En el centro de la plaza, una estatua ecuestre recuerda a Artigas, principal artífice de la independencia uruguaya.

King George Square (Brisbane, Australia): Anteriormente denominada Albert Square en honor del marido de la Reina Victoria, esta plaza fue ampliada y renombrada como King George Square tras el fallecimiento del monarca británico Jorge V en 1936. Su edificación más característica es el Ayuntamiento de Brisbane, construido en la primera mitad del siglo XX en estilo neorrenacentista. Destaca su elegante torre del reloj, inspirada en el campanario de la veneciana basílica de San Marcos y que alcanza casi cien metros en su punto más alto.

Plaza Ala-Too (Bishkek, Kirguistán): Completamente diferente de las anteriores, la plaza Ala-Too despierta de inmediato reminiscencias soviéticas entre sus visitantes. Y eso que fue construida ya en 1984, cuando la Unión Soviética estaba a punto de desintegrarse. Situada en el centro de Bishkek, estaba presidida por una enorme estatua de Lenin, que hace pocos años fue reemplazada por otra no menos impresionante imagen ecuestre de Manás, héroe nacional kirguís.

Plaza de Mayo (Buenos Aires, Argentina): Aunque en este lugar existía un espacio público ya desde la segunda mitad del siglo XVI, la versión actual de la Plaza de Mayo tomó forma a finales del siglo XIX. Fue entonces cuando se hizo una remodelación que unió a las anteriormente conocidas como Plaza de la Victoria y Plaza del Fuerte para tomar el aspecto actual. Espacio de gran significación política, está rodeada por los edificios más representativos de Buenos Aires y en su centro se sitúa la llamada Pirámide de Mayo, monumento que conmemora la revolución que dio lugar a la independencia argentina.

Plaza de Registán (Samarcanda, Uzbekistán): Y terminamos con la que posiblemente sea la plaza más bella a nivel mundial y, particularmente, la que mayor huella me ha dejado. Al igual que otras homónimas, la Plaza de Registán de Samarcanda era una plaza pública, que ejecutaba a la perfección el papel de nexo de unión entre los ciudadanos. Al contrario de lo que muchos piensan no fue obra de Tamerlán, al menos en su diseño actual, puesto que éste ya había fallecido cuando se construyó la madrasa de Ulugbek, la edificación más antigua que se conserva en ella. Lástima que el gran caudillo timúrida no pudiera ver con sus ojos toda la belleza que atesora este lugar, porque seguramente se hubiera sentido satisfecho.

Podéis ver las diez plazas elegidas por Jordi aquí.