10 modelos de gótico religioso con aspecto grandioso
Incluso para los expertos debe resultar difícil identificar cual fue el pistoletazo de salida que dio lugar a la transición desde un estilo artístico como el románico, en el que predomina la oscuridad, a otro como el gótico, donde la luz es protagonista. Por supuesto, el cambio no sucedió de un día para otro, sino que ambos estilos, desarrollados en mayor o menor expresión, coexistieron en cierta manera en el tiempo. Hasta que, más o menos a mediados del siglo XII, la luz venció a la oscuridad y el gótico comenzó a imponerse, llegando a alcanzar cimas artísticas nunca conocidas anteriormente. Escultórica, pictórica y, especialmente, arquitectónicamente hablando.
Si bien existen excelentes muestras de gótico civil, algunas de las cuales os mostrábamos hace unos años aquí, donde este estilo artístico alcanzó su máxima expresión fue en la arquitectura religiosa. A pesar de que los germanos se apropiaron de la autoría de sus elementos hasta mediados del siglo XIX, la realidad es que el arte gótico nació y se desarrolló fundamentalmente en Francia. Fue en el país galo donde comenzaron a utilizarse de forma masiva el arco apuntado y la bóveda de crucería, dando lugar a numerosas construcciones tan innovadoras en su diseño como grandiosas en su imagen. Desde las orillas del Sena fue extendiéndose por Europa, dejando excelentes muestras especialmente en Alemania, España, Italia y el Reino Unido, sin olvidar Austria, Suiza, la República Checa y Rumanía.
En este nuevo reto con el gran viajero y bloguero Jordi Martínez Baylach hablaremos de arte gótico en su versión religiosa. En orden cronológico e intentando mencionar algún representante de los cuatro periodos: inicial, clásico, radiante y tardío, en los que suele dividirse el estilo, así como algunas variantes locales, aquí tenéis mis diez construcciones elegidas.
Catedral de Saint-Denis (Saint-Denis, Francia): Habitualmente se considera que el estilo gótico surgió durante una reestructuración efectuada en la basílica de Saint-Denis a mediados del siglo XII. La nueva edificación erigida entonces contenía todos los elementos característicos del mencionado estilo artístico, visibles especialmente en el coro y la fachada oeste. Se trata, por consiguiente, del primer ejemplo del gótico inicial y fue elevada al rango de catedral en la década de los sesenta del siglo XX.
Catedral Notre-Dame (París, Francia): También se encuadra en el gótico inicial la famosa Catedral Notre-Dame parisina, a la que muchos consideran erróneamente el primer templo construido en ese estilo. En realidad, su edificación comenzó aproximadamente un cuarto de siglo más tarde que la de la basílica de Saint-Denis, que en cierta manera le sirvió de modelo. Aunque sus modificaciones han sido constantes a lo largo del tiempo, mantiene el carisma que la ha caracterizado siempre y resulta el ejemplo más genuino de arquitectura gótica religiosa que se conserva.
Catedral de la Santísima Virgen María (Salisbury, Reino Unido): El gótico británico presenta particularidades propias, como no podía ser de otra manera. Su inicio fue el coro de la catedral de Canterbury, que siguió el modelo francés y dio lugar al estilo localmente denominado gótico primitivo inglés, cuyo inicio tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XII. El mejor ejemplo de éste es la fabulosa catedral de Salisbury, cuya espectacular aguja de ciento veintitrés metros es la más alta de todo el Reino Unido.
Catedral de Santa María (Toledo, España): Siempre a la sombra de las más conocidas catedrales góticas de Burgos y León, la catedral de Toledo resulta un magistral ejemplo de gótico clásico. Su construcción comenzó a principios del segundo cuarto del siglo XIII y para diversos expertos resulta el ejemplo más netamente español de arquitectura gótica. Y no solo de arquitectura, puesto que la capilla de San Blas ofrece unos magníficos frescos datados en la segunda mitad del siglo XIV. Asimismo, su retablo mayor es una excepcional muestra de gótico florido, realizado a finales del siglo XV.
Catedral de San Pedro (Colonia, Alemania): Entre las numerosas obras en estilo gótico realizadas en Alemania sobresale especialmente la catedral de Colonia. Su construcción comenzó a mediados del siglo XIII y encaja a la perfección en el periodo que se denominó gótico radiante. Templo de aspecto superlativo, su edificación se prolongó durante seis siglos y medio, dándose por concluida a finales del siglo XIX, cuando ya se había superado incluso el estilo neogótico. De su espectacularidad da idea el hecho de que durante varios siglos fue el edificio más alto del mundo.
Iglesia de San Lorenzo (Núremberg, Alemania): Sin salir de Alemania, aunque en el estado de Baviera, la iglesia de San Lorenzo domina las alturas de la ciudad de Núremberg. Comenzó a ser construida a mediados del siglo XIII y es representativa de los localmente denominados Hallenkirche, templos característicos del gótico alemán cuyas naves tienen la misma altura todas ellas. Destacan sus espectaculares agujas, que no son gemelas aunque lo parezcan, puesto que una se eleva un metro más que la otra.
Catedral de San Esteban (Viena, Austria): A comienzos del siglo XIV el gótico radiante se hallaba en pleno apogeo y las edificaciones surgidas en Europa por entonces se caracterizaban por una considerable esbeltez. Buen ejemplo de ello es la catedral de Viena, erigida sobre un antiguo templo románico y cuya nave central es una de las más amplias del continente europeo. Su torre empezó a ser construida a mediados de ese mismo siglo y se acerca a los ciento cuarenta metros de altura.
Catedral de la Natividad de Santa María (Milán, Italia): Llegados a los últimos estertores del siglo XIV el gótico radiante dio paso a un nuevo periodo, corrientemente denominado gótico tardío, que se desarrolló durante todo el siglo XV y en algunos lugares hasta bien entrado el siglo XVI. Diferentes subdivisiones fueron surgiendo, entre las que destacan las denominadas gótico florido, gótico isabelino, estilo manuelino y gótico flamígero. Probablemente la mejor representante de esta última sea la catedral de Milán, imponente construcción de casi ciento sesenta metros de largo cuyas obras comenzaron en la década de los ochenta del siglo XIV.
Monasterio de Santa María de la Victoria (Batalha, Portugal): Justo en 1386, cuando comenzaban las obras de la catedral de Milán, se empezó a construir el monasterio de Batalha con el fin de conmemorar la victoria lusa en la batalla de Aljubarrota, ocurrida el año anterior. Esta espectacular edificación responde al arquetipo del estilo manuelino, versión local del gótico tardío que se extendió hasta la primera mitad del siglo XVI y que muestra evidentes similitudes con algunos elementos del gótico flamígero. Especialmente por la profusión de pináculos que lo caracterizan.
King’s College Chapel (Cambridge, Reino Unido): Abundancia de pináculos presenta también la denominada King’s College Chapel, grandiosa capilla en la localidad inglesa de Cambridge. Fue construida en la segunda mitad del siglo XV y es la mejor muestra del denominado gótico perpendicular, variante británica del gótico tardío caracterizada por las bóvedas de abanico y una milimétrica rectilinealidad en sus líneas verticales. Destacan también sus fabulosas vidrieras, diseñadas a comienzos del siglo XVI, y una acústica extraordinaria, que se pone de manifiesto en las actuaciones de su coro, uno de los más antiguos y renombrados del mundo.
Podéis ver las diez obras elegidas por Jordi aquí.
Buena colección.
Así me lo parece a mí también. Aunque me faltan algunas catedrales francesas como la de Reims, a la que le tengo muchas ganas.
Gracias por tu comentario y un abrazo.