10 edificios modernistas que no debes perder de vista
Estilo arquitectónico desarrollado a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el modernismo prosperó en diferentes lugares del territorio europeo aportando un punto de frescura a las por entonces ya un tanto desfasadas tendencias artísticas de la época. Denominado de diferente manera dependiendo de la zona considerada, alcanzó una enorme vigencia en Cataluña, lugar donde adquirió unas peculiaridades que lo llevaron a conformar un universo propio. Desde allí se fue extendiendo poco a poco por España, debido especialmente a la influencia de arquitectos catalanes desplazados a territorio español o a la presencia de algunos de sus discípulos en el país vecino.
Las características fundamentales del modernismo son la inspiración en la naturaleza y el empleo de la línea curva, sin olvidar otras como un diseño predominantemente asimétrico y el uso de motivos exóticos, poco conocidos hasta la fecha. No es descabellado afirmar, por consiguiente, que las nuevas tendencias estilísticas supusieron una disrupción respecto a las un tanto anquilosadas características arquitectónicas tradicionales. Tanto en la pintura como en la escultura y, especialmente, en la arquitectura el modernismo trajo consigo una fractura casi total que no fue fácil de asimilar para la sociedad un tanto ingenua que se estilaba en la época. A pesar de que el cambio no fue fácil, la nueva moda consiguió imponerse y en la actualidad está considerada como un concepto auténticamente innovador y rupturista.
En el que posiblemente sea el último reto compartido con mis amigos viajeros Dani y Jordi, al menos por un tiempo, abordaremos el modernismo desde diferentes visiones. Así, Dani se ceñirá estrictamente a edificaciones existentes en la ciudad de Barcelona. Por su parte, Jordi lo extenderá al resto del territorio catalán, mientras que yo me centraré en el producido en España. Contamos en esta ocasión también con Cristina, que nos ofrecerá su particular visión del modernismo europeo. Si os motiva esta tendencia artística, estad atentos y disfrutad.
Villa Quijano (Comillas): Encargo de un indiano que hizo fortuna en Cuba, Villa Quijano es una de las escasas obras que el genial arquitecto Antoni Gaudí diseñó fuera de Cataluña. Fue construida en la penúltima década del siglo XIX en la localidad cántabra de Comillas y pertenece al periodo orientalista de su autor, cuando se inspiró tanto en el arte oriental como en las tendencias estilísticas islámicas en España. Tras ser utilizada durante unos años como restaurante, en la actualidad alberga un pequeño museo.
Palacete Laredo (Alcalá de Henares): Edificado en la misma época que la anterior y de similar estilo orientalista, el palacete Laredo fue obra del poco conocido artista Manuel Laredo. Proyectado como vivienda particular del autor, pone de manifiesto sus gustos arabistas a los que añade detalles neomudéjares y puramente modernistas. En la actualidad, su propiedad es municipal y alberga el denominado Museo Cisneriano.
Casa El Torico (Teruel): Localizada en pleno centro neurálgico de la ciudad turolense, la casa El Torico fue construida por el arquitecto tarraconense Pau Monguió a comienzos del siglo XX. Proyectada como vivienda particular a la vez que sede del negocio familiar, en su caso de venta de tejidos, pasó con el tiempo a manos de una entidad bancaria, que la rediseñó en buena medida aunque mantuvo su fachada. Destaca ésta por su tono azulado y la pureza de sus líneas.
Gran Hotel (Cartagena): El modernismo surgido en las poblaciones murcianas de Cartagena y La Unión tiene unas peculiaridades tan marcadas que prácticamente lo convierten en un estilo propio. Buena parte de la culpa la tiene el arquitecto Víctor Beltrí, arquitecto de Tortosa radicado en la zona. Entre sus construcciones destaca el denominado Gran Hotel, edificación cartagenera considerada uno de los mejores hoteles de España en las primeras décadas del siglo XX. Consta de ocho plantas y a punto estuvo de ser demolido hace unos años, aunque la cordura se impuso y hoy día sirve como edificio de oficinas manteniendo todo el esplendor de su primorosa fachada.
Casa Botines (León): Segunda de las tres obras de Gaudí existentes fuera de Cataluña, la casa Botines fue construida a comienzos de la última década del siglo XIX y forma parte del periodo neogótico del autor. Concebida como vivienda y almacén para el negocio de sus propietarios, está situada en los límites del casco antiguo de la ciudad de León. Tras ser propiedad de una entidad bancaria durante varias décadas, muy recientemente fue reconvertida en museo.
Edificio Metrópolis (Madrid): Aunque los expertos no consideran el madrileño edificio Metrópolis como modernista en su totalidad y lo incluyen en ese gran cajón de sastre denominado eclecticismo, sí que ven en su diseño algún detalle que lo relaciona con aquella tendencia arquitectónica. En especial, la obra denominada La familia, la protección contra el fuego y la ayuda al mundo laboral, creada por el escultor valenciano Mariano Benlliure en 1911. Está situada en la parte baja de la cúpula que remata la edificación e incluye símbolos alusivos a la familia, el trabajo y el fuego.
Casa Villaescusa (Orihuela): La localidad alicantina de Orihuela alberga diferentes ejemplos de edificaciones modernistas. Uno de las más característicos es el conocido como Casa Villaescusa, obra del arquitecto Severiano Sánchez Ballesta de la segunda década del siglo XX. Antiguamente fue bastante renombrada en la población por albergar un centro comercial denominado Galerías Colón y destaca por los cuidados trazos de su imponente fachada.
Edificio del Manjuli (Plasencia): Si la anterior edificación resultaba bastante poco conocida, qué decir de ésta que ni siquiera tiene nombre. Localmente llamada casa de cuento o edificio del Manjuli, debido al local que tiene debajo, fue construida por el arquitecto Francisco Mirón Calzada también en la segunda década del siglo XX. Situada en una esquina de la Plaza Mayor placentina, sorprende al visitante con su característico y atractivo diseño.
Estación de Zaraíche (Murcia): A diferencia de lo que ocurre con las cercanas Cartagena y La Unión, la ciudad murciana no destaca ni por la cantidad ni por la calidad de sus edificaciones modernistas, con algunas excepciones. Hay que mencionar entre ellas la portada del casino, la casa Díaz Cassou y, especialmente, la poco valorada estación del Norte o estación de Zaraíche. Para unos de estilo ecléctico, para otros neomudéjar y para los menos, modernista, fue construida en la década de los veinte del siglo pasado y en la actualidad es sede de la empresa de aguas local.
Santuario de Santa María Magdalena (Municipio de Novelda): Como casi todas las obras mencionadas en este listado, el santuario de Santa María Magdalena es tan poco conocido como valorado. Completamente inspirado en el modernismo catalán, es obra del noveldense José Sala y Sala, que puso todo su empeño en dejar su impronta para la posteridad en su villa natal. Y doy fe que lo consiguió, como estoy seguro de que lo hubiera afirmado el mismísimo Gaudí de haber podido visitar esta genial obra de arte.
Podéis ver las diez obras elegidas por Jordi aquí, las elegidas por Dani aquí y las elegidas por Cristina aquí.
Me alegra que hayas completado este reto, porque no era tan fácil tener fotografías de hasta 10 lugares modernistas de España. Y me encanta que me hayas presentado hasta 5 lugares de los que no había oído hablar jamás.
Por cierto, espero poder visitar comillas en octubre. Ya estuve hace 12 años, pero siempre es un placer visitar esta bonita villa donde no solo trabajó Gaudí si no que también Domènech i Montaner dejó su impronta.
Resultó bastante difícil encontrar las imágenes, pero aún me quedó en el tintero la magnífica estación de la Concordia de Bilbao.
A Comillas fui hace muchos años y no me importaría volver. Tanto El Capricho como la Capilla-Panteón de los marqueses de Comillas, obra de tu paisano Joan Martorell, me traen muy buenos recuerdos.
Muchas gracias por tu aportación y un abrazo.
Hola Floren,
Magnífica selección, de la que sólo he estado en 2 lugares: la Casa Botines, y como no, el Gran Hotel de Cartagena.
De tu selección me atrae enormemente el Santuario de Sta María Magdalena en Novelda, que tiene muy buena pinta y lo desconocía totalmente.
Un placer haber colaborado de nuevo en el reto. Un abrazo. Dani
Me alegra que te gustara mi selección, Dani.
El santuario de Santa María Magdalena de Novelda cae al lado de una autovía que va de Valencia a Alicante. Si alguna vez pasas por ahí, no dejes de visitarlo. Te gustará.
Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.