Crédito: Viajes y vivencias

¿Cómo? ¿Que aún no has oído hablar de los lugares Patrimonio Mundial de la UNESCO? No será por las veces en las que me he hecho eco de estos sitios tanto en éste como en otros medios. Por si todavía lo desconocéis, Patrimonio Mundial es un programa que la UNESCO puso en práctica hace ya más o menos cuatro décadas. Consistía en identificar lugares valiosos en cuanto a sus características patrimoniales, con el fin de protegerlo y salvaguardarlo de cara a generaciones futuras. Aunque en principio estaba restringido al patrimonio cultural, más tarde se dio vía libre tanto al patrimonio natural como incluso al intangible, centrado en tradiciones y costumbres.

Cada vez hay más personas, sean viajeros o no, interesadas en el Patrimonio Mundial. Es lógico, estos lugares suelen gozar de un aura ante la que es difícil quedar indiferente, aunque algunos de ellos pueden decepcionar ante las expectativas creadas. Creo que estos últimos son pocos, de todas formas, y el hecho de considerar los lugares Patrimonio como parte fundamental de un viaje suele responder a lo que se esperaba de antemano con relación a ellos.

Para intentar confirmarlo, he preguntado a blogueros y viajeros amantes del Patrimonio Mundial, no en vano la mayor parte de ellos son miembros del Club UNESCO, sobre sus lugares favoritos en esta clasificación. Y aquí están sus respuestas.

Crédito: Viajar Code: Verónica

Viajar Code: Verónica: Reafirmando su entusiasmo por la cultura japonesa, Verónica se ha decidido por un lugar en el país nipón, concretamente por el santuario Itsukushima. Sus razones nos las cuenta así. Siendo uno de los lugares más fotografiados de Japón, cuesta creer que uno pueda seguir sintiendo la magia que encierra este santuario en una isla considerada sagrada. Para disfrutar de la calma solo hay que esperar a que las hordas de turistas abandonen la isla a lo largo de la tarde. Son pocos los que se quedan a ver el anochecer, a pesar de que el último ferry parte tarde, y menos aun los que se quedan a dormir en ella, puesto que la oferta de alojamiento es limitada. Pasear por la noche, tras un baño en el onsen del ryokan, para contemplar el santuario con su famosa Torii iluminada, y madrugar para pasear por la isla, antes de que las hordas con cámaras la invadieran de nuevo, hizo que la visita a este Patrimonio de la Humanidad fuera una de las mejores experiencias que vivimos en Japón y siga estando entre nuestros mejores recuerdos viajeros.

Crédito: Apuntes de viajes

Apuntes de viajes: Maria Teresa nos hace viajar hasta las Montañas Rocosas canadienses, descubriéndonos unos espacios naturales bellísimos como ella misma asegura. Los Parques de las Montañas Rocosas Canadienses fueron inscritos en la lista de Patrimonio de la UNESCO en 1984. Con la posterior extensión de 1990 abarca un área de más de dos millones de hectáreas en la que se incluyen los parques nacionales de Banff, Jasper, Kootenay y Yoho, además de los parques provinciales de Monte Robson, Assiniboine y Hamber. A todos los que nos cautiva la naturaleza en su estado más puro, en estos parques de las provincias de Alberta y Columbia Británica nos sorprenderán sus bellísimos lagos de aguas turquesa y esmeralda, sus cascadas y glaciares, los impresionantes cañones y grutas, así como su gran riqueza en flora y fauna que nos harán sentir cuánto debemos a la madre Tierra.

Crédito: Turisteando el mundo

Turisteando el mundo: De la mano de Pilar y Paco vamos hasta las minas de Almadén, declaradas Patrimonio Mundial en 2012 junto a las eslovenas de Idrija. Lo cuentan en esta entrada de su blog y lo resumen así. Nos hemos decidido por El Patrimonio del Mercurio en Almadén, en la provincia de Ciudad Real, siendo el cuarto patrimonio en Castilla-La Mancha, junto a Toledo, Cuenca y Pinturas rupestres del arco mediterráneo.
«La historia de Almadén da comienzo cuando la naturaleza creó en sus entrañas el mayor yacimiento de mercurio conocido hasta la fecha…»
El Patrimonio del Mercurio en Almadén no es solamente la mina sino que se incluyen otros cinco bienes relacionados con ella y es su conjunto el que está catalogado por la UNESCO: Castillo de Retamar (s. XII), Casa Academia de Minas (1785), Restos arqueológicos de la Cárcel de Forzados (1754), Real Hospital de Mineros de San Rafael (1774), Plaza de Toros (1757). Con todos estos lugares bien merece una visita a la zona, que además de este conjunto Patrimonio de la Humanidad, goza de unos paisajes bellísimos, moviéndonos entre mares de jaras y tomillos. En primavera se produce una explosión de color y el otoño una gana de tierras rojizas y verdes. Y todo esto regado con un buen vino y una buena gastronomía ¿os parecen suficientes motivos culturales, paisajísticos y gastronómicos para acercaros a esta preciosa y desconocida comunidad y a las tierras de Ciudad Real y acercaros a conocer Almadén?

Crédito: Tales of a Wanderer

Tales of a Wanderer: Joaquín nos introduce en el Patrimonio Cultural Inmaterial contándonos sus impresiones sobre la Procesión de la Santa Sangre de Brujas. En el interior de la Basílica de la Santa Sangre, una de las principales iglesias de la turística ciudad de Brujas, se conserva desde hace siglos una curiosa reliquia. Un trozo de tela manchado de sangre que, según los Evangelios Apócrifos, José de Arimatea conservó al terminar de limpiar el cuerpo de Jesús tras su muerte, y que un cruzado llamado Teodorico de Alsacia recibió del rey Balduino III de Jerusalén a finales del siglo XII. Todos los años en la fiesta cristiana del Día de la Ascensión, cuarenta días después del Domingo de Resurrección, se celebra en esta ciudad flamenca el conocido como ‘Día más hermoso de Brujas’, un evento multitudinario en el que se saca en procesión dicha reliquia. Esta comitiva, compuesta por representaciones teatrales del Antiguo y Nuevo Testamento, multitud de bandas de música y varios pasos procesionales, recorre las calles del centro histórico de Brujas ante la atenta mirada de los miles de fieles, curiosos y turistas que disfrutan del espectáculo cada año. La Procesión de la Santa Sangre de Brujas, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2009, forma parte de las tradiciones más antiguas de Flandes y es sin duda una forma única de conocer su ciudad más visitada.

Crédito: Mil viatges

Mil viatges: Hace unos meses, Jordi nos hablaba de sus 12 lugares Patrimonio Mundial preferidos. Entre ellos, destaca los templos de Angkor, en especial el Bayon. Nos explica el porqué de esta manera. Pocas veces he sentido en la vida tanta emoción y nervios antes de visitar un monumento o recinto arqueológico. Aquella noche, ante la seguridad de poder conocer al día siguiente, por fin, los templos de Angkor, no pude dormir. Angkor Wat, Ta Prohm, Ta Som…son tantos los templos y palacios que se encuentran diseminados en este maravilloso recinto arqueológico que ni dos días parecen suficientes para conocer Angkor con algo de rigor. De todos templos, quizá sea el de Bayon el que más me impresionó. Es la gran obra de Jayavarma VII, el monarca que se hizo representar hasta en 54 prasats y en cada uno de los cuales, por cuadriplicado. El rey angkoriano parece vigilar, a través cada uno de dichos prasats, los confines de su reinado y supone uno de los momentos más sublimes de la historia del arte.

Crédito: A un clic de la aventura

A un clic de la aventura: Mar barre para casa y no duda en recomendarnos una catedral de ésas que te dejan con la boca abierta. Cuando Florencio nos propuso contar cuál era nuestro lugar Patrimonio de la Humanidad preferido, a mí lo primero que se me vino a la cabeza fue la imagen de la Catedral de Burgos. Y es que tener a un vecino tan ilustre te deja huella, así que cada vez que voy a visitar una catedral de cualquier otra ciudad, inevitablemente hago la comparación con la de Burgos y, normalmente sale ganando la nuestra. Cómo no iba a ser así, si la Catedral de Burgos es una de las obras cumbre del gótico español. No me canso de contemplarla en el exterior, ya sólo el tímpano de la puerta del Sarmental es una joya en sí misma. Tiene mil y un detalles que admirar, como sus dos famosas agujas y el extraordinario cimborrio. Y si el exterior es admirable también lo es su interior, con numerosos tesoros arquitectónicos, escultóricos y pictóricos. Ejemplos de ello son la Capilla de los Condestables, la sillería del coro de Vigarny, la escalera dorada de Diego de Siloé y los claustros que recientemente han recuperado sus colores originales.

Crédito: Dokodemo Door Blog

Dokodemo Door Blog: Retrocediendo hasta uno de sus viajes iniciáticos, Nacho nos lleva hasta un lugar mágico y no muy conocido en el desierto del Namib. Cuando pienso en Namibia, la primera palabra que me viene a la cabeza es «especial». Y de entre las muchas cosas que vi e hice en Namibia, el primer sitio en el que pienso al recordar el viaje es Sossuvlei, un inmenso mar de imponentes dunas rojas rodeando el lecho seco de una laguna en pleno corazón del Parque Nacional del Namib. Siempre que me preguntaban sobre qué lugar pensaba que faltaba en la lista del Patrimonio de la Humanidad respondía que Sossuvlei, así que me alegré mucho cuando en 2013 por fin le hicieron justicia. A pesar de los muchísimos sitios increíbles que me quedan por visitar, volvería a recorrerme medio planeta para verlo de nuevo.

Crédito: Ida y vuelta

Ida y vuelta: Gran amante de Italia, Cristina nos propone un sitio muy especial, como lo es la Villa Romana del Casale. La describe en esta entrada de su blog y nos da sus razones por las que debemos visitarla aquí. Cuando visitamos Sicilia en 2009 teníamos claro que teníamos que intentar acercarnos a Piazza Armerina, un pequeño pueblo del sur de la isla, a medio camino (hacia el interior) entre Agrigento y Siracusa. Como no queríamos alquilar coche contratamos un servicio de chófer que nos llevó al Valle de los Templos de Agrigento y después, dirección noreste por carreteras impracticables, a la Villa del Casale. El esfuerzo mereció la pena porque nunca he visto una colección más bella de mosaicos que gracias a estar cubiertos por tierras después de un aluvión, se han conservado hasta nuestros días (y aún están trabajando en ellos), mostrando todo el esplendor de una villa de recreo de la época (siglos III y IV d.C.). La sala de la caza es una auténtica maravilla, pero no desmerece la palestra ni el baño ni cada una de las estancias. Una joya por la que ir a Sicilia (una más en una isla que merece más de un viaje en la vida) y adentrarte en el Imperio romano y sus creaciones.

Crédito: El paso del hombre

El paso del hombre: Salvador vuelve a su adolescencia y para mostrarnos un monumento de una grandiosidad casi incomparable, que describe así. Mi lugar preferido como Patrimonio de la Humanidad es el monasterio de San Lorenzo de El Escorial. No soy objetivo al seleccionar esta obra, pues salvo los intervalos de vacaciones pasé cuatro adolescentes años viviendo entre sus muros (colegio interno) y eso marca. Aunque no puedo probarlo creo que El Escorial es la mayor obra construida por el hombre en el siglo XVI. Esta mole granítica alberga una soberbia basílica de cruz griega, una excelente biblioteca, una escolanía, un colegio, el Panteón de los reyes de España, las estancias de Felipe II, y las estancias de los Borbones, recientemente abiertas al público después de un montón de años. Yo quizás de tanto verlo soy de los que encuentran el gusto a la sobriedad, la pureza de líneas, a su sólida presencia que le proporciona su gallarda belleza. Para mí El Escorial es uno de los mejores monumentos artísticos del mundo, a menudo ausente de muchas listas, tal vez porque tendemos a obviar lo cercano en beneficio de lo lejano-exótico. Y sin olvidar al pigmeo intelectual de turno, que piensa que hay algún estigma negativo en este monumento.

Crédito: ¿Dónde vamos, Eva?

¿Dónde vamos, Eva?: Al igual que hizo anteriormente Joaquín, Eva y Carmelo nos llevan hasta Bélgica, para recomendarnos en esta ocasión los magníficos beaterios flamencos. A lo largo de nuestros viajes hemos conocido infinidad de lugares Patrimonio de la Humanidad, algunos que te dejan conmovido, otros que te dejan con la boca abierta y otros que te cortan la respiración, pero entre todos nos decantamos por un conjunto de lugares que forman parte de la lista del Patrimonio de Bélgica, nos referimos a los beaterios flamencos, una colección de lugares únicos, de delicado toque femenino donde habitaron mujeres adelantadas a su tiempo. La belleza de la arquitectura, la singularidad de su uso y la increíble paz que se respira en estos lugares nos ha hecho decantarnos por ellos.

Crédito: Paco, Vero y Helia una familia viajera

Paco, Vero y Helia una familia viajera: Verónica nos sorprende con un lugar tan poco conocido como interesante, el fabuloso Calvario de Banská Štiavnica en Eslovaquia. Descubrir solitarios lugares bellos es cada vez más complicado y difícil en este globalizado mundo. Por lo que el Calvario de Banská Štiavnica en Eslovaquia nos sorprendió no solo por su arquitectura sino por su ubicación en una colina próxima al pueblo. Tiene distribuidas las 24 estaciones en ella, correspondiendo la última a la iglesia. Contiene todo el interior decorado con la vida y obra de Jesús. Aparte del bonito contraste que forman las rojas estaciones frente al verde de la colina, es destacable las increíbles vistas al pueblo y alrededores que se obtienen desde este acogedor calvario.

Crédito: Exotissimo Travel

Viaje al Patrimonio: Volvemos a Angkor, esta vez guiados por Viaje al Patrimonio. El maravilloso Angkor Wat es el elegido en su caso. Hubo una vez una ciudad en la llanura camboyana que fue la más grande y poblada de la era preindustrial. Más de mil templos se entremezclaban con construcciones de madera más modestas que no han sobrevivido, pero que se calcula alojaban a más de un millón de personas. Angkor creció entre los siglos IX al XV y fue la base de uno de los más grandes imperios del sudeste asiático: los jemeres. El tiempo pasó y la jungla se comió esta megaciudad que se ha ido desbrozando en el siglo XX. Angkor es un destino imprescindible en la agenda de todo el que quiera maravillarse con las obras humanas. Templos como Angkor Wat o Bayon lo serían por sí solos.

Crédito: Albert Vilalta

Viatges Pedraforca: Como Mar anteriormente, Dani también tira para casa y nos cuenta en detalle la celebración de la Patum. La Patum es una fiesta que se celebra en Berga (provincia de Barcelona) cada año por la festividad de Corpus, con el fuego y la música como principales protagonistas, aunque sería muy simplista limitarlo sólo a estos dos elementos. El origen de la Patum son los entremeses o comparsas que acompañaban las antiguas procesiones medievales de Corpus, fiesta introducida por la Iglesia Católica a mediados de S. XIII; aunque los primeros documentos que mencionan la celebración del Corpus en Berga son de 1454. El número total de comparsas que intervienen en la Patum son diez y son las siguientes:
– El «Tabal» – es un gran tambor, el que marca el ritmo de la fiesta en todas las actuaciones. Inicialmente fue el único acompañamiento musical de las comparsas, hasta que en el S XIX se empezó a componer la música para todas, excepto las «Maces» o diablos.
– «Els Turcs i Cavallets» – son un equivalente a los moros y cristianos y bailan al son de la música ejecutando un combate simbólico.
– Las «Maces» y els «Plens» – son los clásicos diablos, actúan por separado y tienen algunas diferencias: mientras los primeros – las «Maces» – llevan el fuego o petardos en un largo bastón, los segundos lo llevan en la parte superior de la máscara, junto a los cuernos.
– Las «Guites» – son un híbrido entre mula y dragón, que lleva los petardos en la boca.
– El Águila – actúa en solitario y ejecuta un majestuoso y solemne baile acompañada de la música de la orquesta.
– «Els Nans Nous» y «Nans Vells» son los cabezudos, y se dividen en 2 grupos: los Viejos y los Nuevos, que actúan por separado y bailan al son de la música.
– Los Gigantes.
– El «Tirabol»: es el final de la fiesta, donde actúan y bailan conjuntamente al son de la música las comparsas de los gigantes, las «Guites» y los diablos, aunque estos últimos sin petardos.
Bien, esto sólo han sido unas pocas pinceladas de la Patum, que fue inscrita por la UNESCO en el año 2008 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Crédito: Mochileros 2.0

Mochileros 2.0: Con Víctor volvemos a Japón, dispuestos a visitar los sitios sagrados y hacer una ruta de peregrinación por los montes Kii. Lo describe en detalle en esta entrada de su blog y lo resume así. La región montañosa de Kumano en la península de Kii en la isla japonesa de Honshu, se consideró durante siglos por los sintoístas japoneses como el lugar donde habitaban los dioses. Por ello durante el periodo Heian (794-1185), la casa imperial, peregrinaba desde Kioto a esta zona montañosa, y en ella se establecieron los tres grandes santuarios sintoístas, conocidos como Kumano Shanzan. Se trata de Kumano Hayatama Taisha, en Shingu, Kumano Nachi Taisha en Nachikatsuura y Kumano Hongu en Tanabe. Existen 7 rutas de peregrinación, Nakahechi, considerada la principal, Choishimichi, que une Koyasan, cuna del budismo Shingon con Kumano, Iseji que une los santuarios sintoístas de Ise con Kumano, Ohechi, Kohechi, Yoshino y Omine. Las 7 rutas de peregrinación, junto con los lugares sagrados de Kumano Shanzan, Koyasan, Yoshino y Omine, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2004. Esta ruta de peregrinación junto con el Camino de Santiago tienen el privilegio de ser consideradas las dos únicas rutas de peregrinación Patrimonio de la Humanidad. Al acabar la ruta de peregrinación podremos disfrutar de las aguas termales de alguno de los pueblos de la montaña como pueden ser Kawayu, Yunomine o Wataze.

Crédito: Viajes y vivencias

Viajes y vivencias: Gran apasionada del arte y los sitios históricos, Pepa nos traslada con su descripción hasta el templo budista más grande del mundo, nada menos. Hace años vi, en un libro sobre las religiones del mundo, unas fotos de un lugar totalmente desconocido para mí, pero que me fascinó desde el primer momento: el Templo de Borobudur. Está ubicado en la provincia de Java Central, a 40 kilómetros de Yogyakarta, en medio de una frondosa y bella pradera rodeada de montaña, escenario perfecto para el templo budista más grande del mundo; se construyó entre el 750 y el 850 d.C., abandonado por motivos desconocidos alrededor del siglo XIV y redescubierto en 1814 por Sir Thomas Stamford, gobernador británico de Java. Tras una obra colosal de restauración financiada por la UNESCO, este organismo lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1991. Desde el aire el templo parece un gigantesco mandala que representa la cosmogonía budista. Está construido alrededor de una colina y concebido para recorrerse desde su base a su punto más alto a través de pasillos y escaleras que han de recorrerse en el sentido de las agujas del reloj. Son nueve plataformas, de las cuales, las seis inferiores son cuadradas, y las tres superiores, circulares. Más de 2500 paneles escultóricos y de 500 esculturas de Buda pueden observarse en la subida a este templo, con escenas que representan la vida cotidiana, la ley del karma y el nacimiento y vida de Buda hasta alcanzar el nirvana. Tuve la suerte de alojarme en el único hotel que hay en el interior del recinto, lo que me permitió subir tanto al atardecer como al amanecer, los dos momentos en los que el templo es rodeado por la bruma y aun se realza más su belleza. No sabría elegir qué momento me gustó más, pero sí aconsejo a todo el que acuda a este maravilloso templo que, si pueden lo visiten a diferentes horas del día y que busquen los momentos de menos afluencia de público. Las vistas desde arriba son espectaculares…budas, estupas y un paisaje realmente impresionante. Una parada imprescindible si vas a Indonesia.

Crédito: Ets y Uts

Ets y Uts: Cuando estuvo en Omán, Elena se sintió fascinada por las extraordinarias fortalezas que alberga el país, pero sobre todo por la hospitalidad de su gente. Nos lo cuenta aquí. Hablar de Omán es hablar de uno de los lugares más completos para recorrer… su historia impregnada en cada rincón del país de las dagas, su gente, su cultura y por supuesto, su increíble patrimonio. Así llegamos hasta el Bahla Fort, un imponente fuerte del s. XII ubicado en el oasis que lleva su mismo nombre y que es uno de los cuatro fuertes que se encuentran en la parte alta de Omán. Un edificio de ladrillo y piedra recubierto de adobe y cuya restauración parece incompleta por la falta de detalles si lo comparamos con sus vecinos fortificados. Aun así, la inmensidad de su construcción nos hace trasladarnos a la edad media árabe, dónde sultanes, reyes y guerreros compartían los escasos oasis que se hallaban en el desierto. Pero lo mejor fue la recepción y el trato por parte de los empleados o custodios del monumento… nos invitaron a café y dátiles y charlamos alegremente durante un buen rato. Y es que una vez más, tratándose de Omán, el mayor Patrimonio que tiene el país es sin duda su Humanidad…

MunDandy: El Patrimonio Mundial siempre me ha resultado atractivo y con el tiempo ha llegado a constituir un elemento fundamental en mis viajes. Hace un tiempo me decidía por estos 12 sitios, que me cautivaron todos ellos cuando tuve la oportunidad de conocerlos un poco. Sería difícil escoger uno solo, pero creo que si tuviera que hacerlo me quedaría con la zona de conservación del Ngorongoro en Tanzania, que responde tanto en sus valores naturales como culturales y hasta inmateriales, diría yo, a lo que se espera de lugares tan valiosos como se les supone a los protegidos por la UNESCO.